miércoles, 30 de enero de 2013

PARA LOS NIÑOS DEL MUNDO ENTERO

He querido traer este cuento escrito por YVES DUTEIL cantautor francés comprometido con las causas sociales. Traducido de su libro POUR LES ENFANTS DU MONDE ENTIER, ilustrado por John Howe, en conmemoración del día de la PAZ. Como su autor indica el libro está dirigido
 
A todos los que se movilizan por devolver la luz a los niños del mundo entero

 Para los niños del mundo entero que no tienen nada que esperar, quisiera hacer una plegaria a todos los amos de la Tierra.

Por cada niño que desaparece el universo borra la esperanza del futuro que pueda  correspondernos.

 He visto niños irse, sonrisa en los labios y corazón ligero hacía la muerte y el paraíso que los adultos habían prometido. 

Pero cuando mueren por culpa de las minas es a Mozart a quien asesinan ¿Si la felicidad conlleva este precio, de qué infierno se alimenta?

¿Cuánto hay pagar de silencio y oscuridad para borrar de la memoria el recuerdo de sus historias?
¿Qué testamento, qué evangelio, qué mano ciega o imbécil puede condenar tanta inocencia a tantas lágrimas y sufrimientos?

El miedo, el odio y la violencia han arrasado su infancia, sus caminos se han llenado de miseria y de alambradas. ¿Se puede convencer a un dictador para qué escuche latir un poco su corazón? ¿Se puede pedir a un presidente que llore de vez en cuando?

Para los niños del mundo entero que no tienen voz nada más que para llorar, quisiera hacer una plegaria a todos los dueños de la Tierra. En vuestro sueño de somníferos que realizáis con  los ojos abiertos, dejad que por un instante aparezca la magia de vuestros corazones de niños.

Ya lo sabemos se firma la paz algunos momentos en nombre del Padre y por Navidad. Que la tregua sea eterna. Que callen para siempre los rencores y que se calmen en el fondo de los corazones la venganza y la crueldad por toda la eternidad.

No tengo ni el más mínimo poder pero tengo el corazón lleno de esperanza y de canciones para hoy que son himnos para la vida.

Y en los guetos, las chabolas, en  el corazón de siglos de exilio, las voces se levantan poco a poco por todas partes haciendo que la gente se ponga de pie y cante.

Podéis cerrar las fronteras, bloquear los puertos y los ríos, pero las canciones viajan a pie, en secreto en los corazones valientes. 
Son las madres quienes las enseñan a sus hijos, que las aprenden y acabarán por explotar un día bajo el cielo de la libertad.

Para los niños del mundo entero

        

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