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miércoles, 6 de febrero de 2019

BEBÉ CUADRADO


Mamá Cuadrado y Papá Cuadrado estaban muy orgullosos de su hijo  Bebé Cuadrado. 

Era un niño muy bueno y todos sus lados eran iguales, como un cuadrado debe de ser. Pero Bebé Cuadrado no era feliz. Estaba cansando de ser un cuadrado. “Si quieres puedes cambiar ¿sabes?” le dijo su amigo el Grillo,- ¿Cómo? ¿preguntó Bebé Cuadrado. -Eres de papel y el papel se dobla fácilmente, dóblate y ya está,- respondió el Grillo.
Así que Bebé Cuadrado se dobló por la mitad.
- Mira soy un rectángulo- dijo Bebé Cuadrado- soy como un edificio.- Pero estaba tan raro y alto que el amigo Grillo no lo reconoció, saltó y se fue:- “yo no quería ser un rectángulo”- dijo Bebé Cuadrado- voy a desdoblarme y probaré de nuevo. Y eso hizo puso un esquina sobre otra y se plegó por medio.


Ahora Bebé Cuadrado era un triangulo -soy como una gran montaña-. Estaba orgulloso de ser una montaña, de modo que se quedó derecho y esperó a que los demás se dieran cuenta de que estaba allí. Pero sus amigos los pájaros volaron a su alrededor y no le dijeron ni una palabra.     



Supongo que nadie habla con una gran montaña. Me doblaré y me haré más pequeña. Bebé Cuadrado juntó sus dos extremos inferiores y se plegó por la mitad 

 “Ahora soy una montaña pequeña”. Esperaré a que todos me vean.
Bebé Cuadrado se quedó en el mismo sitio durante horas y horas, pero nadie se paró a hablar con él. Bebé Cuadrado dio un salto y se puso del revés (con el vértice superior hacia abajo) aunque nadie se percató de que estaba allí.

Bah, que complicado es ser una montaña del derecho o del revés- dijo Bebé Cuadrado- el vértice me está matando,
-voy a doblarme. 


Bebé Cuadrado dobló el vértice de su base hacia arriba hasta que llegó al lado que tenía en la parte superior y entonces se plegó

.- Mirad soy un barco.- Mamá, papá, venid, soy un barco y puedo navegar por todo el mundo- dijo Bebé Cuadrado.
Mamá y papá Cuadrado gritaron al ver a su Bebé Cuadrado, hablaron mucho con él aunque este no quiso escucharlos. Lo siguieron hasta la orilla, le rogaron, le suplicaron más Bebé Cuadrado estaba decidido a ser un barco, quería ver mundo.
Lo observaron mientras se alejaba, dejándose llevar por las olas. -¡Adiós papá, adiós mamá! gritó Bebé Cuadrado- ¡ay! me hundo, glu glu. Bebé Cuadrado naufragó y luego sintió que se elevaba por los aires
-Bebé Cuadrado- dijeron sus amigos los pájaros- eres de papel y el papel se estropea con el agua. Espera y verás- Los pájaros dejaron a Bebé Cuadrado en la orilla, mamá y papá Cuadrado, lo desdoblaron y pronto se secó y se puso de pie.
-Vámonos a casa- dijo Bebé Cuadrado,- he sido un Bebé travieso, no fue nada divertido  ser un edificio alto, ni una montaña alta, ni una montaña baja, ni una montaña al revés. Y fue espantoso ser un barco, soy un Cuadrado simpático tengo cuatro lados y quiero seguir siendo así. 
 
Para contar este cuento utiliza un Cuadrado de 12 cm de lado úsalo como modelo y cuentas la  historia mientras vas doblando el papel.
Cada cual puede darle una significación a su doblez e inventar nuevas formas de contar el cuento, se puede acabar haciendo un gran mural con las aportaciones de los participantes.

Del libro "EL RINCÓN DEL JUEGO"  editorial CEAC


  

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