Marta Flores hace estos preciosos dibujos y a mi se me ocurrió esta historia sobre la amistad
Mi amigo se llama Beni, es alegre como una pluma y su mente vuela como las hojas del otoño. Siempre sonríe mucho y por eso me gusta.
A veces lo
saco de paseo con la correa porque se me puede perder en uno de sus planeos
mentales, por eso yo voy el primero, le marco el camino y así nada malo puede ocurrirnos.
Hoy cerca
del bosque donde siempre acabamos nuestra ruta, se nos acercó un pajarillo, Beni
como siempre lo saludó, como hace con todo el mundo, con esa sonrisa suya llena
de dientes descolocados que parecen teclas de un viejo piano.
Me dio un
poco de pelusa, porque enseguida se pusieron a charlar y a veces si Beni habla
bajito yo no escucho lo que dicen y me enfadé. Después recordé la capacidad
que tiene mi amigo, para amar a todas las cosas, a todos los seres de la tierra y la rabia inicial se me aligeró.
Parecía que él hubiera notado lo que pasaba por mi mente y sujetando al pájaro con una mano posó la otra con suavidad sobre mi cabeza, como queriendo borrar los tristes pensamientos que me estaban llenando.
Ahora somos tres Beni, Pluma y yo.
Antes de
dormir Beni nos contó un cuento, Pluma dentro de su casa, con la cabeza
escondida en su cuello, y yo en mi delicado almohadón, escuchábamos encandilados
sus palabras.
Cuando Beni
lee, el mundo puede pararse porque ya nada es importante.
Ahora somos
tres, tres que compartimos la comida, y montamos en bicicleta, Beni se alegra cuando pasamos por los baches y yo salto y me aferro asustado a su espalda, él parece no enterarse, y se ríe tan fuerte, tan fuerte, que los tres acabamos a carcajadas por el suelo.
Habéis hecho las dos una preciosa historia, hermana. ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarGracias. Marta es una continua fuente de inspiración.
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