Portada del libro |
Este es un cuento muy divertido de Père Castor que nos trae un precioso mensaje sobre la amistad. La traducción es libre y me ha quedado así como de andar por casa, pero la historia es sobre todo para contarla, por lo que se presta a las más variadas interpretaciones.
"Cerca del bosque hay un jardín. En este jardín hay una casa: Es la casa de Gallina pelirroja. En su cocina y en su dormitorio, todo está limpio y ordenado. Gallina pelirroja es una buena ama de casa, no hay una sola mota de polvo en los muebles. Hay flores en los jarrones y en las ventanas preciosas cortinas muy bien planchaditas.
Qué gusto da ir a su casa. Su amiga la tórtola viene a visitarla todos los días; ¡toc, toc, toc! llama a la puerta y las dos amigas se abrazan y comienza un: ¡coco, coco, coro cocó! Y ¡cu,cu,ru,cú! De no acabar, tienen mucho que contarse. Se sientan una frente a la otra y se toman un vasito de vino dulce con pastas.
Cantan y juegan al dominó, trabaja y charlan, la tórtola tricota, Gallina pelirroja prefiere coser o apañar algo. Por eso siempre lleva en su bolsillo una aguja puntiaguda y una de sus tijeritas. Así puede usarlas en cualquier momento con cualquiera que lo necesite, aquí o allá.
Todo el mundo habla bien de ella.
El zorro oye un día gracias a su buen oído: ¡qué buena es Gallina pelirroja, qué guapa y qué gordita está, gordita, gordita!, el zorro piensa; ¡oh!, ¡ay, ay, gordita, gordita!.
Se le hace la boca de agua, corre rápido a su casa y entra bailando como un loco; -¡Gordita, gordita, está bien gordita!
-¿Pero qué te pasa?- le dice la zorra - ¿estás loco?
-¡Tarara!, hay una gallina pelirroja cerca del bosque, una gallina como tiene que ser gordita, en su punto, voy a cazarla enseguida. Dame un saco, prepara la marmita, pon agua a hervir, la vamos a cocinar y nos vamos a comer a esta Gallina pelirroja.
-¡Qué grande eres!- grita la zorra con alegría y le entrega un saco.
El zorro corre como el viento. Ve la casa de Gallina pelirroja, se acerca con prudencia y se oculta detrás de un árbol. En ese mismo momento la puerta se abre.
–¡Co, co, co, hasta mañana querida tórtola!
-¡Hasta mañana, hasta mañana, mi querida Gallina pelirroja, adiós!
La tórtola se va, la gallina va a buscar leña a la leñera. El zorro se mete en la cocina sin hacer ruido y se oculta detrás de la puerta, la gallinita entra tranquilamente en la casa, el zorro la atrapa y la mete en el saco a tal velocidad que el pobre animalito no tiene tiempo de ni de abrir el pico.
-¡Te atrapé, te pillé!
El zorro anuda el saco, se lo echa a la espalada y se va silbando. Gallina pelirroja se ahoga y se agita en el saco, lanza un ¡Co,co,co,co,có¡ lleno de terror. Pero quién le escuchará, quién va a escucharla.
La tórtola está por allí cerca posada en una rama del manzano. Se percata que el zorro ha cazado a la gallina para comérsela. Su corazón late con fuerza, sus alas tiemblan, no puede siquiera abrirlas. Por fin vuela, da un gritito y se posa a unos pasos, en el suelo, delante del zorro. Vuela y salta, tirando de un ala como si estuviera herida.
-Una tórtola herida, qué suerte, espera pequeña todavía hay un sitio para ti en la marmita.
El zorro coloca el saco en el suelo y se acerca a la tórtola, cree que la va a pillar pero, ¡hop!, salta y se posa unos metros más adelante, ¡hop, hop!, y saltando canta, «¡cu,cu,ru,cú!» que quiere decir, «coraje, Gallina pelirroja, sálvate».
-¡Cuernos, es preciso que te atrape!, ¡estúpida! ¡esta vez….!
Pero nada, la tórtola vuela más alto, lo suficiente para ver a la gallina entrar en su casa, entonces tranquila se va hacia el cielo.
El zorro callado y furioso regresa a por el saco que coloca en su espalda y gruñe,
-¡Al menos la que está dentro no se me escapa!
Y regresa a su casa muy cansado. La mesa está puesta y el agua bulle en la marmita.
-¿La has cazado?- pregunta la zorra echándose a su cuello.
-¿Qué si la he cogido?, toma coge y verás lo pesada que es- y le entrega el saco.
-¡Cielos, qué comilona nos vamos a dar!
Se aproximan a la marmita, abren el saco y lo sacuden sobre el agua, la piedra cae y el agua hirviendo les salpica, se queman tanto que salen corriendo por el bosque gritando como locos. Nunca más volvieron.
Y desde ese día Gallina pelirroja y tórtola no se separaron nunca más."
En el siguiente enlace lo podéis ver en francés.
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