En noche lóbrega
galán intrépidolas calles céntricas
atravesó
y bajo clásica
ventana gótica
templo su cítara
y así cantó:
"Mujer purísima, de faz eufórica
que entre las sábanas
durmiendo estas,
escucha atenta los suspiros lánguidos
que entre mis cánticos
encontraras".
Pero la sílfide
que estaba oyéndole
entre las sábanas
se arrebujó
y dijo:
"¡Cáscaras! Este gaznápiro viene romántico.
No le abro yo".
Pero el galante cogió una pértiga
y en salto olímpico
subir pensó.
Pero la cáscara de un verde plátano
contra un semáforo le despidió.
"¡Socorro!" dijo.
¡¡Llamad a un médico!!
¡Me he roto el píloro y el esternón!
¡Tengo las vértebras en el estomago!
¡Maldita cáscara!
¡¡QUE COSCORRÓN!
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