Mi querida amiga Lupe me envía este cuento de una Caperucita Muy Roja.
Imagen tridimensional del libro "Un lobo boquiabierto" |
Había una
vez una niña…….que vivía en una casa en
tiempos del coronavirus y, ya sabemos, que además no podía salir de casa porque
estaban confinada.
Un día, el
14 de abril, que era su cumpleaños, y el de su abuela, porque coincidían en el
día, su mama le mandó o le sugirió ( porque ya se intentaba mandar un poquito
menos) llevar a la abuelita la cesta de la merienda, o del desayuno, o de la
comida, o de la cena… Para el cuento da casi igual.
Caperucita necesitaba aire. Llevaba 24 días en
casa encerrada ( confinada decían los eufemismos) y ella quería correr y volar.
Casi no creía que era la voz de su madre la que decía: Caperu, a la abuelita le podemos llevar la merienda. Es persona de
riesgo y podemos cuidarla.
El caso es
que ella se fue a casa de la abuelita.
No estaba para buscar la verdadera razón de la vida y resolver los por qués. Iba tan tranquila. Es verdad que
le sorprendió oír muuuuuuchos más pájaros
por el bosque, ver muuuuuuchas más ardillas entre los árboles……oler el romero
muuuuucho mas intensamente… contemplar muuuucho más colorido en el bosque….. Pero
ella siguió por el camino para llegar a casa de su abuela que, hoy, parecía que se sentía más sola, más triste, y
algo más hambrienta que un mes atrás.
Siguió por el bosque, sin imaginar siquiera que los
lobos aullaban por allí. Le habían contado que habían vuelto a las ciudades para
intentar convencer a la gente de que ellos eran “lobos y lobas de bien”.
Se tropezó con
algún despistao: “Hola Caperucita. ¿Tienes el coronavirus ” “jolín -decía Caperucita el 14
de abril_ … podían haberlo llamado de
otra manera a este bicho” “Que digo que si mantenemos la distancia de
seguridad o nos saludamos como en otros cuentos”- propuso el lobo”. “Pues mira, yo prefiero que te quedes a la distancia
de seguridad. Ver las cosas con perspectiva me ayuda a decidir”-respondió
Caperucita.
El lobo se extrañó.
Él quería decirle que hay veces en la vida en que apetece coger los caminos
largos: cuando por fin sales de casa y quieres respirar un rato, cuando no sabes
cuál será la próxima vez, cuando eres consciente de que es la primera , cuando
tu abuela es de tal calibre que le da igual merendar 5 minutos antes o después”
A Caperucita
le costó entender que quizás está vez, para su cuerpo era mejor el camino largo
y volar. Al lobo le costó cambiar el argumento.
Quizás los dos
sabían que el coronavirus donde mejor acompaña al ser humano es estando
muuuuyyyy lejos. En ningún lugar
Caperucita, consiguió volver a casa, después de hablar
con más lobos y lobas.
Ya en casa, mientras
cerraba los ojos, aquel Martes 14 de
Abril de 2020, susurró, a gritos:
“Los virus son
reales, pero las coronas son una mierda de invención de los o las poderosas contra el pueblo.”
Y soñó.
Viva la imaginación y los mensajes escondidos. Enhorabuena
ResponderEliminarSe las daré a su autora de vuestra parte...Cuidaros de virus coronados o no..
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