Para contar esta bella historia utiliza un cuadrado de papel azul por un lado y blanco por otro. Érase una vez una nube que se movía muy despacio, en el cielo, con una gran suavidad Coloca la mano más alta que tu cabeza, enseña el papel por el lado blanco. Al cabo de un rato cambió el color del cielo y se escucharon unos truenos tremendos.
Gira el papel al lado azul y estíralo
y aplástalo, haciendo ruido varias veces.
Las gotas de lluvia comenzaron a caer mansamente sobre el suelo, y poco a poco la tormenta fue arreciando.
El papel se desliza como la lluvia.
Alguien me dijo: -si vas al lago encontraras algo muy especial.
Baja tu mano y muestra el cuadrado azul imitando al lago.
Dobla por el lado azul mostrando la montaña.
Eso hice y allí encontré una chica tomándose un enorme helado de arándanos
Abre de nuevo el papel y dobla hacia
el centro.
Puedes hacer como si lo
lamieses. -¡Oh! le pregunté. ¿Esto es lo especial del lago?, -no- me dijo la chica. -Sigue buscando. Me encamine hacia la derecha, mas tarde hacia la izquierda y encontré una cometa blanca y pensé esto deber ser la cosa tan especial del lago. Abre de nuevo y dobla en la dirección contraria. El señor que volaba la cometa me dijo que no y que incluso me podría enseñar otra cometa que volaba mucho más alto. Me fui pensativo y me encontré sobre el suelo un objeto azul, que brillaba mucho y era de tacto muy suave, la cogí y me lo coloqué era una elegante corbata. dobla de nuevo hacia el centro. Caminado con ella puesta volví en dirección al lago y me detuve al ver algo moviéndose entre las hierbas.. Dóblalo por la mitad y ponla horizontalmente sobre tu mano. Era una azulada y bella serpiente y pensé debe ser “Eso” tan especial que hay por aquí. Pero el señor de la corbata me dijo: -Vete al bosque y allí escucharas un tic tac y verás algo muy bonito. Eso hice y allí encontré un precioso pájaro carpintero que picoteaba el recio tronco de un pino. Nada mas acercarme a admirarlo emprendió el vuelo. Dobla la parte superior para hacer el pico. Pliega hacia la mitad y aprieta con tus dedos en cada lado de manera que se mueva picoteando ligeramente tu palma
Me acerqué al borde del agua y vi a lo lejos un delicado cisne que se deslizaba con suavidad sobre el lago, al aproximarme a admirarlo, emprendió también el vuelo subiendo ligero sobre las nubes.
Dobla los lados hacia el exterior y levanta el cuello del cisne… Tu cuento está terminado. Podía estar contento aquel día había visto algo muy, pero que muy especial. Recopilado por Anne Pelloski. |
martes, 12 de febrero de 2019
ALGO ESPECIAL
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