A
mon fils, Rodrigue
Conozco
un país donde las nubes que aquí
se llaman
cúmulos, nimbos, estratos y cirros
allí son
conocidas como rinocerontes,
dragones,
baobabs o locomotoras.
A quien
sabe mirarlas, le dan respuestas simples
a
aquellas cuestiones que pensábamos sin solución.
¿Has
contemplado las nubes esta semana?
¿Tienes preguntas?
¿Conoces
las respuestas?
Conozco
un país donde los árboles son soñadores
y
florecen ocres, malvas y fucsias.
Cuando
acaban las estaciones,
sobre sus
hojas oblongas nacen poemas
escritos
línea tras línea
en su
fina nervadura.
¿Has
escuchado el viento del otoño
recitar
la prosa de fuego de los árboles soñadores?
¿Conoces
un poema de memoria?
¿Has
escrito ya algún poema?
Conozco
un país donde los ríos y las orillas
ocultan
vocales, consonantes, puntos y comas.
Se pueden
pescar frases absurdas,
palabras
nuevas o caídas en desuso
desde
hace siglos.
¿Has escrito tres frases sin la vocal
e?
¿Has inventado otra palabra que no
sea silla
para hablar de una silla?
¿Conoces el significado del verbo
amar?
Conozco
un país donde las pepitas doradas
tienen
tanto valor como un guijarro
mil veces
sacudido por la corriente de un río.
Los
trigos maduros, la sombra que aparece, el sol amaneciendo,
el
perfume de la higuera o el ala perdida de una libélula,
son allí el
más bello de los tesoros.
¿Has
saludado la belleza esta mañana?
¿Te
has tomado tiempo para sonreír a un desconocido?
¿Eres
consciente de tu riqueza?
Cada uno
de ellos sabe como nacen y mueren
las
flores y como los arroyuelos
se hacen
a veces arroyos y después ríos.
Conocen
sus necesidades y saben hablar
el
lenguaje del corazón.
¿Has aprendido a hablar?
¿Tienes miedo de amar?
¿Conoces tu camino?
Conozco
un país donde florecen desde siempre
rosas sin
espinas. Durante el tiempo
de la
estación, entre el corazón y los pétalos, se ofrecen
enteras
sin miedo a ser amadas.
¿Tienes la sensación de estar solo?
¿Tienes miedo a ser amado?
¿Conoces la música de tu corazón?
Conozco un
país en el que cada primavera sabe
al nacer,
que proviene del más duro de los inviernos.
La nieve conoce
que bajo su peso
las
briznas de la hierba comienzan a salir.
El árbol reconoce
el grano ínfimo que fue un día,
antes de
poder ofrecer su ramaje a los pájaros.
¿Has perdido la confianza?
¿Tienes conciencia de estar en el
mundo?
¿Conoces lo efímero de ese insecto
que nace y muere en el mismo día?
¿Conoces ese país que se parece
cómo un hermano
al que yo llevo dentro?
Está en
el corazón del mundo.
Está en
nuestro corazón.
Está en
el centro del corazón
Es el
país que amo.
Traduje este maravilloso texto hace mucho tiempo y como siempre el ordenador me lo ha guardado para poder compartirlo.
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