martes, 28 de octubre de 2025

Infancia, familia y otras locuras

 

Mi libro y su maravillosa portada

Por fin llegó. 

El pobre ha sufrido un montón de vicisitudes para poder ver la luz, pero lo más importante es que ya está en mi estantería dispuesto para llegar a mis amistades. 

En él he reunido un puñado de relatos de los escritos en últimos años. textos revisados en los talleres, leídos y comprobados una y cien veces para afinarlos y hacerlos más interesantes y mejores.

Es un libro para llevar en el bolso, o casi en el bolsillo. Manejero, de letra suficientemente grande para los que olvidamos las gafas en la funda o al lado del periódico. Divertido y a la vez serio, con temas diversos reunidos en tres capítulos atendiendo a los diferentes temas tratados o a las voces de la narración.

Marta Flores Nieto, es la autora de la portada, con un dibujo acorde al título y al contenido.

Jorge Fernández Bustos ha sido mi magnífico corrector y quien se ha ocupado de la maquetación y, la Editorial Ende quien ha realizado la tirada.

No puedo olvidar a Alfonso Salazar que me dio la idea del título y en cuyo taller de escritura escribí la mayoría de los textos.

Ni a mis compañeras del taller donde siempre aprendí tanto escuchando y debatiendo.

Ya estamos buscando lugar donde presentarlo.

 

Sana y asequible

De nuestra enviada especial de Canal PLUM                                                Patricia Ramírez. Granada 23 de febrero del 2025

A las 20 horas de ayer, al inicio del Paseo de los Basilios, frente al antiguo edificio de los Sánchez, se produjo un extraño fenómeno.

Todo comenzó cuando una joven ejecutiva, de unos 28 años de edad, se detuvo cerca del kiosco de prensa, no para mirar el móvil, como estamos acostumbrados, sino que se quedó completamente paralizada con la vista fija en las alturas.

Los diferentes viandantes que circulaban, sólo se percataron de su presencia cuando empezaron a tropezar con ella, lo que les llevó a preguntar qué ocurría. La muchacha, en completo silencio, observaba atentamente la parte superior del edificio de los Sánchez, hoy ocupado en su planta baja por un conocido supermercado.

Una señora delgada de pelo rizado, se detuvo a su lado preocupada por tanta inmovilidad. Ante la falta de respuestas a sus preguntas siguió con la vista hacia el lugar donde miraba la joven sin percibir la más mínima novedad. Minutos después, se aproximó un chico acompañado por un perrito de lanas al que le pareció ver a una persona que gesticulaba de forma extraña en uno de los balcones del quinto piso y, la conversación a partir de ese momento, se fue haciendo cada vez más incongruente.

El corro no hizo sino aumentar y los comentarios se sucedieron a velocidad de vértigo. Una niña, de unos diez años, expuso que el problema era un gato atigrado que se  paseaba tranquilamente por la cornisa del edificio, y que había que llamar, con urgencia, a los bomberos. Ante la llantina de la pequeña un señor mayor amonestó, con virulencia, a los allí presentes alegando que entorpecían el paso a los caminantes. El chico del perro, empezó a reír de forma grosera y a gritar que aquello tenía toda la pinta de formar parte de un estúpido programa de televisión.

Mientras, la joven ejecutiva con la que se había iniciado el incidente, seguía con la mirada puesta en el cartel color verde del nuevo supermercado. Ante las preguntas de unos y otros sobre qué era lo que veía, se limitó a expresar con voz alterada: «¡Se mueve!».

Para las 20,30 de la tarde, el corro reunía a una veintena de personas. Algunas de ellas se retiraban ante la falta de información y la incomprensión del suceso, mientras otras que se aproximaban continuaban vaticinando todos los posibles acontecimientos.

Los móviles hicieron aparición: selfis, fotos a la ejecutiva de mirada fija, instantáneas al edificio, a los paseantes, a la puesta del sol e incluso, al señor mayor, que amagaba con liarse a bastonazos con una rapazuela a la que acusó de intentar robarle la cartera.

La confusión continúo durante bastante tiempo. Se cruzaron apuestas sobre si se trataba de un intento de suicidio, alguien advirtió que había un niño atrapado en una de las terracitas, otro dio la alarma sobre unos gritos que escuchó y hasta se llegó a  hablar de un asesinato...

Para terminar de complicar las cosas, un estudiante de matemáticas cargado de libros, que se acababa de incorporar al grupo, auspició que todo lo que ocurría se debía la alineación de los siete planetas, para esas fechas y, matizó con cierto énfasis, la caída de un meteorito que se acercaba a toda velocidad hacia la tierra. 

Todo era una intriga absoluta.

Hacía las 21 horas, la policía se personó en la zona e intentó, sin éxito, desalojar a la muchedumbre. La joven inmóvil, con el rostro demudado, comenzó a contar del diez al cero como si esperase la detonación de una bomba. Instantáneamente, los que la rodeaban dieron dos pasos hacia atrás, arrastrando con ellos a todos los que circulaban por la zona.

En el momento en que la chica se detuvo en el cero, el cambio fue evidente, el cartel de letras inmensas, se  transformó. Varios de los presentes pudieron percibirlo, treinta segundos más tarde las letras retornaron a su lugar.

Fue suficiente para que el griterío aumentara y la histeria comenzara a cundir. Entre los mirones alguien exclamó que aquello se debía a un corte del suministro eléctrico, otro comentó la posibilidad de un desprendimiento del letrero luminoso y una lunática exasperada expuso a gritos, su teoría del efecto devastador de la luna llena sobre los cimientos del edificio.

A las 22 horas, el imponente cartel parpadeó tres veces y quedó definitivamente modificado. En él se podía leer:

           MERDACONA

 El grito fue apoteósico. El personal empezó a aplaudir. A las risas que acompañaron el momento se sucedieron protestas contra lo acontecido. En un momento dado se alzaron un número importante de voces gritando consignas, denunciando el encarecimiento de los alimentos, la falta de calidad de los mismos debido a la presencia de metales pesados y sobre todo de microplásticos.

En breves minutos, empezaron a volar por encima de la muchedumbre un número indeterminado de panfletos explicativos de las consignas mencionadas.

Los antidisturbios acudieron a contener a la multitud. El tráfico fue debidamente cortado en la zona.

A las doce de la noche un comunicado del grupo G.U.A.S.A. (Gestionemos Una Alimentación Sana y Asequible), reivindicó en la radio y la televisión local la autoría del suceso.



jueves, 9 de octubre de 2025

Pulsos de agua


Desde hace dos semanas lo vengo escuchando, es como un lamento sordo, como un sonido desgarrador y penetrante que horada mis oídos y los de todas las criaturas que sobre él habitamos.

Conforme el sol ataca los días de este invierno tan extraño, nuestro suelo va emitiendo más y más latidos, se asemejan a pulsos de agua, serpientes marinas que nos cercan.

Intento no perder de vista a mis oseznos, los llamo con voz lastimera si se alejan apenas dos pasos, pero me siento prisionera del momento, del terrible momento, si no puedo cazar, si me alejo; si lo que llevo durante tantos días presintiendo se cumple, será nuestro fin y, lo que es peor, será el de ellos, mis pequeños.

 Las focas, nuestro alimento, hace tiempo que emigraron más al norte huyendo de esta debacle que se acerca, pero yo, recién parida, no sé siquiera cómo podré enfrentarme a mi propia debilidad y a la crianza de mis dos cachorros.

Si no me alimento en breves horas, en un par de días no tendré suficiente leche para amamantarlos.

Hasta mi blanco pelaje luce más apagado, mi respiración se hace fatigosa por momentos, mi compañero se fue, ¿partió a la caza o nos abandonó?, prefiero no pensarlo.

El suelo de nuevo se cimbrea.

Acuso el tremendo y anómalo sol de este extraño invierno. El viento templado que no permite mantener el grosor del hielo, necesario para caminar sobre él con seguridad.

Tiemblo, no de frío, sino de miedo.

Llamo a mis pequeños y me acurruco solícita con ellos, los envuelvo en un abrazo que nos proteja del desastre. ¿Acaso está en mi mano remediarlo?

De repente, el espacio que ocupamos, amenaza con separarse de la enorme masa que nos ancla a un suelo más compacto.

Gruño atemorizada, rujo, me incorporo sobre mis patas traseras, levanto los brazos, enseño los dientes embravecida, enfurecida, temerosa.

Pero lo más terrible ocurre.

Se desgaja definitivamente, se rompe el hielo que pisamos. El sonido es patente. Se parte la lámina cristalina y un lento desplazamiento se instaura.

Es un instante, apenas tres segundos angustiosos, dejo de sujetar a mis criaturas. En el movimiento realizado, a pesar de mi cautela, mi pequeño se separa de nosotras.

Lo veo alejarse con una lentitud angustiosa. Casi puedo tocarlo, pero sé que es inútil moverme, hacerlo sería ponernos en peligro a los tres. Sujeto con fuerza a mi osezna que gime presintiendo la desgracia. Ella y yo permanecemos inmóviles…

Lloro con lamentos de desesperación y rabia. No puedo alcanzarlo, no puedo…Tan pequeño, tan frágil, apenas un ovillo de lana blanca y casi rosada, que destaca ante la luz hiriente de la mañana…

Lanzo manotazos desesperados al aire, lo llamo, me golpeo el pecho con fuerza, grito desesperada mientras la pequeña asustada, entre mis gruesas patas, se aferra con fuerza a mi pelaje.

Pero mi otra criatura se aleja, irremediablemente se aleja, a una velocidad tan lenta que puedo ir captando su figura y cada uno de sus rasgos que fijo en mis pupilas para no olvidarlo nunca: sus ojos bellos de bebé perdido, su negra mirada lánguida, sentado en el suelo, alzando sus bracitos, llamándome, llamándonos, con un gemido lastimero que me rompe, me quiebra, me destroza, como el hielo, como la vida que se nos acaba de fragmentar en mil pedazos.

Amamanto a la pequeña con mis lágrimas.

El sonido del hielo destrozándose acompaña los lamentos de mi hijo que ya es un pequeño punto en lontananza… No volveré a tenerlo en mis brazos, no podré enseñarle a nadar, ni a cazar. Escasos días permaneció sobre la tierra. Al menos no tendrá tiempo de conocer a los que se dicen humanos, ni espantarse de la brutalidad de sus actos y las consecuencias de los mismos.

Maldigo a esos seres que han destrozado mi espacio, nuestro espacio, que han provocado que nuestro tiempo cambiara, que han hecho desaparecer nuestros alimentos, calentar nuestros mares e inundar de basura nuestras aguas.

Los maldigo por no respetar el ciclo sagrado de la vida. Y les auguro que también sufrirán la desgracia de ver destrozado su hábitat  y perder a sus seres queridos.

domingo, 5 de octubre de 2025

Eso no se hace


María Ortiz

Tiempo de espera, tiempo detenido de palmas, palmitas y cinco lobitos. Mamá, no quiero más sopa si no me la traes en avión y dile al Coco que no venga a buscarme que ya me duermo sola. A la nana, nanita nana, nanita ea, mi niña tiene sueño, bendito sea. Aplaude la familia mis primeros pasos agarrada al filo de los muebles. Todo es descubrimiento. Tantos hermanos para jugar. Pilar me deja su cuna, su biberón y su espacio junto a la cama de mis padres. Miro y aprendo las primeras normas…

¡Eso no se toca!
 
Los primeros juegos con los primos y las primeras travesuras. Me encanta correr por el campo, subirme al trillo y saltar desde las pacas de paja. Mamá, ¡me pica todo! Qué sabrosas las brevas de la higuera. Ya tengo quince cromos. Mi hermano me ha roto mi preciosa muñeca de porcelana. Lloro desconsolada. Por mucho que me lo repitan: el patio de mi casa no es particular. No quiero jugar más al corro de la patata, prefiero que me cuentes un cuento, no el de las asaúras no, que me asusta pero a la vez me encanta.
¡Eso no se hace!
 
De la mano a mi primera escuela con mi primer babero. “¡Calladita estás más guapa!”. A rezar como una niña buena: «Cuatro esquinitas tiene mi cama, cuatro hermanitos que me esperaban...». Así no es, “Vamos a contar mentiras”, esa canción me gusta mucho. Papá saca el coche y nos lleva al campo con la tortilla de patatas y los filetes empanaos. Hacemos cabañas con ramas. Jugamos al escondite inglés. “Esto era un rey que tenía tres hijas, las metió en tres botijas y las echó cuesta abajo”. No, ese no, cuéntame mejor el cuento del “Gallo pelao”. 
¡Eso no se dice!
 
Nos vamos a la ciudad, atrás se quedan los abuelos en el pueblo. Nueva escuela, nuevos uniformes grisáceos. Domingos de misa obligatoria. Mamá, ¡me aburro! No se dice me aburro, se dice orina caballo. Papá compra el periódico para él y los tebeos para nosotros. Se hace una espera agradable. Me pido leerlos la prime. Me gusta sobre todo “la familia Ulises”. Sábados por la tarde recorridos mágicos con el tranvía, nos vamos a Dúrcal, a Dílar… Descubrimos los pueblos de los alrededores de Granada con meriendas de pan y chocolate. Mamá nos contagia su pasión por el campo, silbatos con hojas, barcos de juncos; la diferencia entre la retama y la gayumba; el sabor del pan y quesico y el dulzor de la madreselva.      
¡Eso no se cuenta!      
 
Primeros cursos en aquel enorme colegio lleno de niñas que no saben pronunciar la jota. Flores, dice la monja, repite delante de toda la clase: Jaime, baja la jícara, la jaula y el botijo. ¡Qué tontería! No soy un monito de feria. Mis primeras mejores amigas. Mis primeros libros. Encontrar el escondite perfecto para entregarme a mi mayor pasión que saca de quicio a mi madre: la lectura. Tebeos de Tintín; Matilde, Perico y Periquín; novelas ejemplares... Después llegarían las de aventuras de Enid Blynton,  releídas cada verano —aún descansan en la estantería de mi casa—. “¡Quisiera ser tan alta como la luna!”. Música de zarzuela para desayunar. Rezar, rezar, rezar… Aburridos rosarios diarios. ¿Cuántas misas?, qué lejos se iba mi mente con tanto mantra soporífero. ¡Al pueblo, nos vamos al pueblo! Visitas al despacho de mi padre. Cuando te sientes, las rodillas cerraditas. ¡No, a los árboles no te puedes subir!
¡Eso no es de niñas!
 
Crecer, espejo que muestra lo que la ropa camufla. “Cinco semanas en globo”, me gusta Julio Verne aunque me salto tanta descripción. Leo las primeras novelitas rosas.  De la biblioteca de papá solo me quedan por leer los libros cristianos o los prohibidos; El diario de Daniel, El diario de Ana María… Un libro para los chicos y otro para las chicas. No aclaran ninguno de ellos los líos que pasan, a esta edad, por el cuerpo y por la cabeza. Para más confusión, en el manual “Pureza y hermosura”, la religión censura aún más cada acto cotidiano. Escribo mi primer diario y mi primera obra de teatro. También mi primera novela colectiva en el patio del colegio durante los recreos. Me fascina Agatha Christie. Consigo mi primera guitarra y canto de María Ortiz “Mi amiga Catalina”.
¡Eso no se mira!
 
Ropa censurada, “Burda” censurada, palabras censuradas, conversaciones censuradas. El instituto llega a mi vida como un torbellino, clases mixtas, risas contenidas, pandillas de excursiones domingueras en el tranvía de la sierra. El aire empieza a oler a nuevo. Cantos con la guitarra en maravillosas tardes de amigos. “En la mesa se habla de flores y de amores”. El rosario diario se hace cada vez más odioso. Surgen las mentiras necesarias para justificar las salidas con los amigos, con la pandilla o con el primer amor. “Tú no puedes volver atrás” palabras escritas para mí. Visito Cabo de Gata y leo “Campos de Níjar”, fiel reflejo de aquella tierra por extraño que parezca. El teatro, una nueva pasión que llega a mi vida y la hace su centro. Sería la más joven de la compañía haciendo el papel de la más mayor en “Doña Rosita la soltera”. Me inundo de poesía: “Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres”, recital que presentamos de Miguel Alarcón “Palabras de amor y muerte”.
¡Eso no se discute!
 
Universidad, reuniones clandestinas en fines de semana con consignas surrealistas. Panfletos escondidos, libros prohibidos que se compran bajo el mostrador de la librería Alarcón después de decir una palabra clave… Emoción y a la vez miedo. Paco Ibáñez nos sacude en el Crucero del Hospital Real, “¡A la calle que ya es hora!”. Vivaldi,  Mozart y otros músicos, irrumpen en casa gracias a mi hermano mayor y se llenan las habitaciones con los ecos de “La consagración de la primavera”. Canción folk, canción protesta, cantautores… los Beatles, Miguel Ríos,  cada hermano aporta sus gustos musicales. Pachanga con el dúo dinámico y tardes de guateques. Canta Joan Báez “El preso número nueve”, Quilapayún nos pide que “Unamos todas las manos” y rompamos todas las murallas, Raimon nos acerca “La cara al vent”.
Eso sí se puede.
 
Primer trabajo, primera casa propia, primera escuela. Compromiso político, pedagógico. Libros y más libros de amigos o de bibliotecas. “Muerto el perro se acabó la rabia”, brindamos por los tiempos que vienen, lloramos por los que no están. Irrumpen las voces del pueblo, ¡A la calle! ¡A la calle!, “¡El pueblo unido jamás será vencido”, “Libertad, ¿por qué sin ira?”…Trabajo, reuniones y más reuniones. ¿Esto es la democracia? Formar parte de la Asociación de vecinos del Zaidín, las fiestas. Luchar para recuperar los derechos que se perdieron. Queda tanto por hacer. Optimismo y alegría, mucha alegría, “Perquè el temps està canviant”.
¡ESO SÍ!

 

domingo, 28 de septiembre de 2025

Cuentos a mares

 Hoy la Asociación Amigos del Mar de la Herradura, ha organizado unas preciosas jornadas en torno al Mar.

Cartel de las jornadas

Con un programa muy variado e interesante y, a pesar del viento reinante se ha podido llevar a cabo llenando la playa de la Herradura de participantes ávidos por aumentar sus conocimientos sobre el Mar, ver a sus amistades y pasar una agradable mañana de domingo.

Programa de actividades


Mi amiga Rosario, con la que compartí escuela y cuentos allá por los años noventa se puso en contacto conmigo, me contó el proyecto y, rápidamente caí en sus redes cuenteras.

Ella, como quien recoge caracolas y guijarros blancos de la playa, ha organizado una preciosa colección de libros sobre el mar y con ellos ha montado, hoy, una ilustrada mesa con 29 ejemplares diferentes. El objetivo era que se pudieran ojear e incluso leer, entre actividad y actividad.

Esta semana Vicky, que ha compartido conmigo la actividad, hemos buscado  cuentos sobre el mar y la verdad es que, sin sospechar que los teníamos, han aparecido un puñado.
Así que llevábamos una hermosa maleta con estos títulos:

 1.- El mar de la trola. (Láminas)
Además habíamos preparado nuestros mágicos cuentos con cuerdas... porque si hay algo que se usa en el mar son las cuerdas.
El día se ha levantado con viento, tanto viento que un poco más y los libros del tenderete salen volando a jugar con las gaviotas.
Conforme ha avanzado el día se han ido acercando más y más criaturas y allí hemos ido pescando a nuestros oyentes; de dos en dos, en solitario, peques, grandes, madres, padres y todos aquellos que hemos ido capturando con nuestros relatos desgranando así las historias que hemos visto más apropiadas para cada momento.

Nuestro rincón cuentero y volandero

2.-La camiseta del capitán. (Papiroflexia

3.- La ostra que perdió su perla. (Láminas)

4.-Moun. Rascal Sophie (Láminas)

5.-Un trocito de horizonte. Arturo Abad.

6.-El pez de oro. https://cvc.cervantes.es/ensenanza/luna/luba/cuento.htm

7.- El espejo mágico. A.R. Almodovar

8.-La princesa y el pirata. Alfredo Gómez Cerda https://youtu.be/PSzOS29lsJw?si=IdWGhenx28fOBvJd

9.-Sous la lagune de Venise. Maury, Paravel, Zavrel

10.-El rey el mar y el delfín. Pablo Escalante y otro

11.-Arc-en-ciel et le petit poisson perdu. Marcus Pfister

 


Por ejemplo: 
El mar de la trola ha resultado tan entretenido como siempre y lo hemos contado un montón de veces.
Lo tenéis en este mismo blog

Y por supuesto los cuentos con cuerdas que han hecho las delicias de peques y grandes, personas de diferentes países han venido con nosotras a recordar estos maravillosos juegos de infancia, asombrándole sobre manera que sirvieran para contar cuentos.
Rosario y la cuerda 

Estos han sido algunos de los cuentos que hemos contado con las cuerdas, partiendo, eso sí, de tener en nuestra mano siempre una CUERDA MÁGICA
La niña traviesa
El granjero
La cunita
Marinero enamorado

Habíamos preparado poemas sobre el tema, pero esos prometo subirlos otro día.
En definitiva una mañana muy provechosa y movida. 
Una pena que no hubiéramos hecho fotos al kiosco de los libros y a los adornos que Rosario había preparado, siempre cargados de un gran colorido e imaginación, antes que que el viento travieso se los robara.
Para despedirme de esta particular experiencia, un poema que a mí me gusta mucho, en referencia a todos los barquitos de papel realizados en mis andanzas cuenteras.

Por el Mar de las Antillas
anda un barco de papel:
Anda y anda el barco barco,
sin timonel.

De La Habana a Portobelo,
de Jamaica a Trinidad,
anda y anda el barco barco
sin capitán.

Una negra va en la popa,
va en la proa un español:
Anda y anda el barco barco,
con ellos dos.

Pasan islas, islas, islas,
muchas islas, siempre más;
anda y anda el barco barco,
sin descansar.

Un cañón de chocolate
contra el barco disparó,
y un cañón de azúcar, azúcar,
le contestó.

¡Ay, mi barco marinero,
con su casco de papel!
¡Ay, mi barco negro y blanco
sin timonel!

Allá va la negra negra,
junto junto al español;
anda y anda el barco barco
con ellos dos.

Esperemos que más iniciativas como esta se lleven a cabo.
 

Un son para niños antillanos

Nicolás Guillén

 


jueves, 18 de septiembre de 2025

Un culete independiente

 


He traído este libro que tiene ya un montón de años por diversos motivos, primero por que es uno de los políticamente incorrectos que ya nunca podré contar y segundo porque es muy, pero que muy divertido.
Fijaros si llegó a ser un éxito, que desde 1992 en que vio la luz se llegaron a hacer 26 ediciones hasta 2007 en que pasó al baúl de los recuerdos. 

El caso es que a Cesar Pompeyo, su protagonista, se porta tan mal que recibe de vez en cuando un manotazo en el culo por parte de sus progenitores y así un día su culete, harto de tanto castigo, se escapa de su lado y lo deja sin asentaderas. 
Cómo se las va a arreglar el pobre Cesar Pompeyo si no puede sentarse a desayunar, ni montarse en el columpio ni subirse a los caballitos en la feria. Tanta es su tristeza y su enfado que reflexiona que no tiene más remedio que portarse bien a partir de ya. Su culete regresa a su sitio y desde ese día, Cesar Pompeyo es muy encantador con su familia y su culete el más mimado del mundo.

Cada vez que lo contábamos en clase el alumnado se tronchaba de la risa; por un lado lo de hablar de culos es algo que siempre divierte a la gente menuda, y por otro la versión que hizo mi maravillosa amiga Rosario, con la que compartí muchas sesiones de cuentos, con su clase fue mucho más allá, terminando siempre con la cantinela de "¡porque no tenía culete!" cada vez que relataban el cuento a otras clases y hablaban de las dificultades de Cesar Pompeyo para hacer lo que deseaba. 

Creo que lo voy a rescatar y contaré a mi público algunas cosas de nuestro pasado y nuestra forma de ser educados. A ver que dicen ellos y ellas...


El culete de Cesar Pompeyo, ha desaparecido


jueves, 28 de agosto de 2025

El príncipe Manolito

 















  



Este cuento lo realizó mi hija Clara hace un montón de años, tantos que puedo decir que sacó una nota estupenda cuando, entonces, la asignatura en que lo presentó se llamaban Manualidades. Revisando mis cuentos he encontrado esta joyita y he querido darlo a conocer porque no solo me parece precioso sino que es una forma de mostrar como hacer un cuento con collage y mucha paciencia e imaginación. 
Deciros también que uso materiales que había en casa, desde cortina de baño , papel de plata, restos de cartulinas y folios, hasta pedacitos de lana. 


lunes, 25 de agosto de 2025

Seguimos con las cartas para contar cuentos

 Esta vez partí de otro libro comprado en Italia llamado:

Gioca e colora con le streghe: Juega y colorea con las brujas.

Lo que más me atrajo fue que los dibujos estaban realizados por la gran dibujante Nicoletta Costa de la que tengo ya varios cuentos.

Esta fue la parte de atrás de cada carta y una carta también. Publicado por las Edizioni EL

No tengo que repetir que hice lo mismo que con el material que os mostraba el día anterior, obteniendo así 16 preciosas tarjetas de tamaño octavilla, que aunque tenían algunos mensajes en italiano eran los suficientemente provocadoras como para poder contar con ellas una y mil historias.

Para muestra dos de ellas:



Nada más que con estas dos imágenes tenemos ya el comienzo de una trepidante historia:

Qué ha hecho la bruja Teodora que incluso cuando duerme tranquila con sus dos gatos, sus tres murciélagos y sus dos arañas, tiene que levantarse a resolver el problema de ese principie enfadado que alguien ha transformado en un repelente sapo rosa... O ha sido al revés y ha salido mal el experimento? Hasta la araña gordota le da la razón.
 


domingo, 24 de agosto de 2025

Hadas del mundo encantado

 

Realizadas por Giunti edizioni

Cuando conocí el sistema de contar cuentos con cartas me gustó muchísimo y le vi tantas posibilidades que enseguida empecé a investigar como aumentar mi colección de este sencillo material.

En este caso fue un cuento para leer y colorear que encontré en Italia, solo tuve que escanear los dibujos del tamaño adecuado y pegarlos por la parte de atrás con la imagen de la portada del libro.

Plastifiqué las 20 cartas obtenidas y ya solo era cuestión de  jugar y crear.

 

jueves, 7 de agosto de 2025

EL CHUPETE DE VALDEMARS

Compré este divertido cuento escrito y dibujado por Maria Jönsson, en Suecia en el verano del 18. Desde entonces descansa en mi nutrida librería a la espera de salir de sus forzadas vacaciones. Este verano ha sido el momento apropiado para traducirlo y poder contarlo el curso que viene. 

 

En la portada del libro Valdemar su hermanita Linn y sus chupetes.

Después de contar tantas veces el cuento del chupete de Gina y obtener el éxito que tuvimos con él, pensé que otro nuevo cuento sobre el tema nos serviría para llamar la atención de las criaturas mas peques. 
El que el libro estuviera escrito en sueco es otro aliciente para ver que es un tema universal.

Una de las cosas que más me gustaron del libro fueron sus sencillos y divertidos dibujos, ya que utiliza muy pocos colores haciendo que fueran el negro y el rojo la cromática fundamental y señalando apenas unos apuntes de otros colores en otras páginas.  

Indicar que en el libro es el padre el amo de la casa que se ocupa de los peques y de las tareas del hogar, de hecho no hay presencia de la madre en ninguna página. 

Cómo no señalar que los conflictos entre el hermano mayor y la hermana pequeña están servidos, Valdemars  puede cuidar a su hermanita Lin pero no es capaz aún de abandonar su chupe. 

Como expresa en la última página del libro: 

-Si ahora soy un lobo grande también puedo decidir cuando dejar mi chupete.

Y se marcha tan contento con él en el hocico.





 

miércoles, 6 de agosto de 2025

HISTORIA PARA CONTAR

 

Se encuentran las imágenes de este cuentecillo para dibujar en diferentes periódicos y antologías del folclore popular de Japón. 

Anne Pelloski ha inventado su propio texto y nos cuenta que relatándolo con ritmo en voz baja y cierta rapidez el éxito está asegurado.

Erase una vez un gran seis  A que tenía dos hijos; pequeño seis al derecho B y pequeño seis al revés C.

Tenían un amigo que se pasaba el tiempo en la cama y lo llamaban el ocho acostado (dibujar el ocho dejando espacio suficiente D)

Un día ocho acostado se fue a casa de su amigo seis al derecho para pedirle prestado una escuadra. (Unir con una raya el cruce del ocho y la parte baja del seis de la izquierda E

"Vete a ver a pequeño seis al revés que es quien la tiene" le dice pequeño seis al derecho. (Unir la parte baja del seis izquierdo con la del 6 derecho F)

"Aquí la tienes " dice el pequeño seis al revés y el ocho acostado se lleva la escuadra a su casa. (Unir el seis derecho con el cruce del ocho G)

Pero nada más coger la escuadra se le cae al suelo y se parte en dos y, diez ceros salieron volando por el aire. (Traza una raya en medio del triangulo H).

Dibuja tres ceros en el lugar de los botones I, tres en el de la boca J, uno para la nariz K, dos para los ojos L y otro para el pom pom del sombrero M.

"Solo soy un enanito torpe" exclama ocho acostado. (Trazar la última línea N) y dejar el dibujo a la vista. (Mostrar el resultado).

Es lo que él piensa y nosotros también.

 

Del libro Les ficelles du conteur 


martes, 5 de agosto de 2025

LA SOPA

Una nueva retahíla, esta vez su origen es finlandés:  


La lámina con el texto y las instrucciones para contarla.

El cuervo la sopa 
se puso a cocer
y con su colita la debe mover.
Con la boca la aliñará
y la sal y el azúcar le añadirá.

Este la removerá,
este la soplará,
este la probará,
y este la devorará.

¿Y qué quedará para el más pequeñito?
Nada de nada para el pobrecito.

(Adaptación personal)

1.- Dibujar un círculo en la mano de la criatura.

2.-Restregar los índices uno contra otro.

3.-Partiendo de su pulgar vamos diciendo cada una de las frases hasta llegar al meñique.



lunes, 4 de agosto de 2025

DADOS CONTADORES

 

Cajita con los dados

Este es un material fácil de encontrar y que nos da muchas ideas a la hora de inventar historias: se trata de seis datos de 1'5 cm de lado que tienen en sus caras seis dibujos diferentes. 

Las posibilidades son infinitas y la forma de jugar y crear también.

 a) Cada participante puede jugar con su dado y crear una historia en solitario:

Se tiran los dados;

maletín, pollito, enfado, bicicleta, lágrimas, cielo

Por ejemplo:

Aquella mañana salí tan enfadado de mi casa en mi bicicleta, que no me percaté que un pollito del corral se había metido en mi maletín de trabajo, por ir mirando al cielo me pegué un porrazo enorme y me hice tanto daño en las rodillas, que se me saltaron las lagrimas, menos mal que al pollito no le pasó nada.

b) Se tiran de nuevo los dados sobre la mesa y cada uno elige una pareja de imágenes para hacer el binomio fantástico. Por ejemplo:

 Comida, pino, maletín, gato, sol, ballena

Resultados:

Me gustaría comerme un bocata de piñas

El sol y la ballena danzan al compás de las olas.

A mi gato le gusta dormir en mi maletín de trabajo.

A partir de cada una de ellas se puede escribir una historia.

c) Por turnos van inventando frases que se enlazan con lo relatado por el anterior...

Partimos de:

Gafas, lápiz, pino, caravana, lágrimas, autobús

Que podría dar:

Aquella mañana me puse las gafas y cogí mi lápiz de apuntar la lista de mis amigos más queridos. Quería organizar un viaje en autobús con una caravana. 

Iríamos a visitar el bosque de pinos más famoso y grande del mundo. Se pusieron todos tan contentos que reímos hasta que se nos saltaron las lágrimas.    

D) También se puede trabajar por parejas...

o como se nos ocurra.

Los dados



sábado, 2 de agosto de 2025

LOS DUENDES DE COLONIA

Este libro de August Kopisch es precioso. Está escrito en verso y las ilustraciones son de Eve Tharlet. 


Sigue la dinámica del cuento de los duendes y el zapatero que relato en este blog en la fecha del 24 de junio de este año.

Este es el inicio: 

¡Qué buenos tiempos aquellos
cuando en Colonia, afanosos,
vivían los duendecillos
que se hicieron tan famosos!


A las criaturas desde pequeñas se les relataba la la existencia de Los Heinzelmännchen; seres fantásticos de la cultura popular alemana, aunque están particularmente ligados a la ciudad de Colonia con un cuento popularEl nombre proviene de Heinz (diminutivo de Heinrich, un nombre y apellido muy comunes en Alemania) y Männchen (diminutivo de Mann, hombre).


De acuerdo con este cuento popular, los habitantes de Colonia, ciudad conocida por sus carnavales y festividades, podían pasarse el día de fiesta ya que por la noche eran los Heinzelmännchen quienes hacían todo el trabajo duro. Sin embargo, la esposa de un sastre, picada por la curiosidad, esparció guisantes por el suelo para hacerles resbalar y poder verlos. Los Heinzelmännchen se enfadaron tanto que decidieron no volver a trabajar para los coloneses y éstos desde entonces tienen que hacer su propio trabajo.


Para relatar esta historia compré dos cuentos y los pegué realizando un gran acordeón que guardo luego en las cubiertas del libro, de esta forma mientras vamos leyendo los divertidos poemas que componen la obra, vamos extendiendo las láminas mostrando las aventuras de estos curiosos hombrecillos.  



El libro desplegado se presta a la narración por parte de un equipo 


domingo, 27 de julio de 2025

MARA Y SUS GATITOS

   Cuento para contar con vasitos de papel realizados en origami.                                                                                                                                                                        

Las cinco gatitas

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                        Mara, es la gata mamá. Le gusta tanto el té que lo bebe en vez del agua durante todo el día y persigue a sus gatitos para que lo beban también. La verdad es que a todas les parece pipí caliente.

Mira, es la gata mayor. Nació exactamente a las 12 de la mañana de un caluroso día de agosto, por eso siempre tiene calor. Su lugar preferido es dentro de la nevera de la casa donde vive con sus hermanas, más de un día la han encerrado allí  y se ha dormido plácidamente junto a la leche y a la mortadela.

Lira, es la segunda. Una gata ligera y musical que siempre se pasea tirando de su bolsa de los tesoros donde esconde aquellas cosas que no quiere compartir con nadie. Es muy misteriosa.

Zira, es una tragona. Le encanta el pescado crudo y el sushi. Rebusca siempre por los rincones a ver que encuentra para comer y a veces se mete donde no debe 

Tira y Vira, son gemelas. Nacieron dentro de la misma bolsa y se quieren con locura, nunca encontraras a una sin la otra, si una va a por el plato la otra seguro que trae la comida, se lamen mutuamente y duermen juntitas en el mismo cajón.

Rira es la peque. Es lista como el hambre y maneja a sus hermanas a su antojo, siempre sabe cómo jugar y a qué. De mayor quiere poner un estudio de jardinería para gatos.

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Un día que la mamá salió a comprar Tira volcó sin querer, con el rabo, una vela encendida y la cortina del comedor se prendió. 

Todo comenzó a llenarse de humo. Intentaron abrir la puerta para escapar pero no llegaban a la manivela. Maullaban como locas muy asustadas,  temblaban aterradas y tosían muchísimo.  

Por fin a Zira se le ocurrió una idea estupenda. Puso a todas sus hermanas en orden, las tranquilizó e hizo que treparan unas encima de otras,  hicieron así una hermosa y fuerte torre, Rira logró abrir el picaporte y así pudieron salir corriendo a la calle.

La torre  de gatas

Las bomberas gatas apagaron pronto el incendio y lograron salvarles la casa y los muebles.

Desde ese día aunque se siguen peleando, como todos los hermanos,  se consideran las mejores amigas del mundo mundial. Cuando tienen frío o miedo sus mamá las cobija y las esconde de todos los peligros que les puedan ocurrir.


La mamá y sus gatitos 

Video para hacer los vasitos.

  https://youtube.com/shorts/9P7VpgdloPc?si=c9B8HG9QxZlC_Veo                                                                                                                                                            Una entrada de este blog relatando como realicé una actividad con este material en un aula.

https://cuentosquecabenenunbolsillo.blogspot.com/2018/06/despidiendo-el-curso-en-el-colegio-san.html                                                                                                       

El gato robón

 Aprovechando el verano estoy sacando de mis estanterías cuentos y más cuentos que aun no he tenido el tiempo y la oportunidad de contar en público.

Este concretamente que se llama el Gato robón, lo adquirí en Méjico hace ya algunos años. Se trataba de un libro para colorear en verso con unos dibujos extraordinarios, debe ser un relato Popular porque no consta ninguna autoría, están editados por CONAFE que no es otro que el Consejo Nacional de Fomento Educativo.

Como ya hacía en mis primeros años cuando preparaba materiales para las actividades cuenteras, compré dos libros, fotocopié en color la portada y preparé las 17 láminas sueltas que tiene el cuento.

El material resultante es muy bonito y vistoso aunque los dibujos estén en blanco y negro. Algunas palabras del texto no son de nuestro uso habitual como: macho y olote.

En el siguiente enlace encontrareis la divertida historia del Gato robón.

https://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/Colecciones/index.php?clave=gatorobon&pag=4

  

Así quedó de bonito el material

Ahora ya que lo he recuperado tengo que utilizarlo.

Sobre todo porque me encantan aquellas historias que van enlazando una frase con la siguiente.

Una muestra del cuento

Este es el cuento del gato robón,
que por hacerse el muerto 
patas arriba lo llevan en un cajón...
Como el cajón era de palo,
muerto lo llevan en un caballo.
Como el caballo era tordillo,
muerto lo llevan en un castillo....

Podemos seguir el cuento hasta el infinito, hacer dibujos nuevos o inventarnos otra historia del gato enfadado, cariñoso, peludo... etc


sábado, 26 de julio de 2025

Proserpina y el rey de las tinieblas

 

Portada del cuento

No me canso de hacerle propaganda a este material, a pesar de que la única 
forma de conseguirlo es por Ámazon.
En este caso se trata- dentro del bloque de CARTE IN TAVOLA, publicado 
por Fatatrac, de la colección de Mitos y leyendas.
La particularidad del material es que las cartas de 20 x 20 cm se van uniendo 
entre si formando un precioso rompecabezas .





 El texto está en italiano en el interior de la cajita que guarda las cartas y fragmentado, por secuencias, en cada una de ellas.
No solo es la belleza de los dibujos o el interés de la historia, sino también 
el que resulta un material innovador que gusta mucho en clase y que es muy
fácil para que lo usen las criaturas a la hora de relatar un cuento.
A parte de los cuentos tradicionales se han publicado en los últimos años: Mitos
y leyendas, Grandes historias y la serie: Descubrir el mundo.