BONJOUR- DRAGEIAS DE LICOR
Si tenéis la oportunidad de pasar por esta ciudad no dejéis de pasar a visitarla porque lo
que encontraréis allí es inencontrable.
Pero me voy
a mi regalo.
No son unas
grajeas normales y corrientes, son toda una historia, una cajita llena de historias,
son como almendras de azúcar rellenas de una pizquita de licor apenas
apreciable, sólo para darles un poquito de aroma. Cada almendra, cada grajea es
única porque están pintadas a mano con una manga pastelera.
He abierto
mi cajita y se ha provocado un revuelo, ya que todos sus integrantes han
querido contarme su historia y su viaje y los empellones que se producen cuando
alguien la mueve, y las risas que le dan a unos y las rabietas y enfadillos de
otros.
Me he
encontrado dos preciosos bebés, con sus gorritos y todo, cuatro limones, bueno tres porque me he comido uno, dos habichuelas
blancas, una verde y una roja, dos tomates y cuatro preciosa fresas, y además naranjas, guisantes, altramuces y
lentejas…
Me han
contado las conversaciones nocturnas que
se traen cuando se hace el silencio a su alrededor y las carcajadas que se producen
cuando el tomate espachurra al guisante, los altramuces hacen equipo y quieren
jugar a los bolos con las habichuelas.
La
curiosidad me ha llevado a internet
donde he encontrado una página con todas las fotos de estas maravillosas
grajeas.
Los gemelos
duermen su sueño de
mecidos por
el aromático ronroneo de fresa,
mientras limones
y naranjas
ruedan ruidosos y risueños.
Tal vez
mañana,
los gemelos desayunen
una papilla
dulce
de lentejas y zanahorias.
O prefieran simplemente
jugar a las
canicas con guisantes,
mientras la
tímida violeta
les cante una canción
acompañada de un coro de altramuces.
No se puede negar que es una historia muy dulce. Y muy bonita.
ResponderEliminarTanto como las almendritas
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