·
María, Rosa y Paola viven en Italia. Su mamá, que
vive en un pueblo cercano se ha puesto enferma, prepara cuatro tartas y un poco de carne de caza y María decide llevarle a su madre una cesta con comida.
·
Pero, por el camino, María se encuentra con el lobo.
¿dónde vas? A la casa de mi madre
Dame tu cesta, que si no, te comeré, le dice el lobo. Asustada, María
suelta la cesta y corre a encontrarse con sus hermanas.
·
A su vez, Rosa prepara una cesta con cuatro tartas y
carne. Ella también se encuentra con el lobo.
Aterrorizada, Rosa abandona su cesta y se pone a salvo tan pronto como
puede.
·
Más tarde Paola, la menor, se pone en camino. Se
encuentra con el lobo y le lanza las tartas. El lobo las atrapa al vuelo y se
las traga de un solo bocado.
¡Ay, ay, ay! ¡Me las pagarás!
Enseguida el lobo se retuerce de dolor pues Paola, la muy astuta,
¡había rellenado las tartas con clavos!
·
Entonces Paola prosigue su camino. Una vez repuesto
de su conmoción, el lobo corre hasta la casa de la madre cogiendo un atajo. Se
come a la madre y se mete en su cama. Cuando Paola llega, quiere abrazar a su
madre, pero...
El lobo disfrazado se traga a Paola y después se va corriendo.
·
El lobo se cruza con unos campesinos que lo matan
con sus horcas.
Le abren la barriga y sacan a Paola y a su madre. Cuando Paola vuelve a
su casa, dice orgullosa a sus hermanas: “Lo he conseguido”.
Cuento de origen italiano sugerido por Elisabet Zurbrighen en el que podemos encontrar muchas similitudes con el cuento de Caperucita Roja