sábado, 20 de julio de 2019

Terminamos el curso con los narradores y narradoras

Esta ultima sesión era nuestra despedida y para eso teníamos que hacer algo muy especial, así que realizamos la actividad de los sombreros.
Para ello hacen falta materiales al alcance de todos como son ; papel de periódico, cinta de carrocero, tijeras y grapadora. También podemos añadirle luego los adornos que queramos.


Nada más llegar a clase fui recibida con mucho cariño por parte de las criaturas que advertidas por Toñi sabían que iba ir y estaban preparando una asamblea.
En breve nos pusimos manos a la obra, enseñé a hacer sombreros (las indicaciones las tenéis en mis dos libros, tanto en el primero como en el segundo).
Una vez que ya sabían hacerlos se pusieron por parejas o entre tres y a los veinte minutos ya teníamos cada uno un sombrero sobre nuestras cabezas. las decoraciones fueron de lo más variadas, flores, pinturas, recortes, viseras, lazos hasta que toda la clase estuvo preparada para el paso siguiente; contar el cuento del vendedor de sombreros.

Nos colocamos en círculo con nuestro sombrero en la mano y una silla cerca.
El cuento es muy divertido y pasamos un buen rato contándolo.

Después quise valorar con ellos la actividad que hemos realizado desde el mes de enero y en asamblea hicieron una valoración personal. Para no repetir, la opinión generalizada es que les había gustado mucho todas las actividades sobre todo la papiroflexia y aprender a contar cuentos. ante mis preguntas reconocieron algunas que les gustaban más los libros y que los buscaban más, para otros sintieron que habían perdido el miedo a hablar ante otras personas y generalizado fue que había sido muy divertido.
Me entregaron un montón de recuerdos y recuerditos, cartas dibujos cochinitos de diferentes tamaños, en resumen una actividad muy gratificante para todos.
Con nuestros sombreros

Alguna de la frases escuchadas

Te queremos, pero no solo te quiero yo sino toda la clase y también la maestra, te echaremos de menos
Siempre nos hiciste reír, sonreír y disfrutar
Eres la mejor cuentacuentos del mundo
Tu me quitaste la vergüenza y esto es bueno
Cada vez que veo una flor pienso en ti
Gracias por darnos tanta imaginación
Me gustaría encontrarte por la calle algún día

Un abrazo apretado




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El vendedor de sombreros. Cuento Inglés


                  El vendedor de sombreros

Este cuento es un interesante trabajo de animación. Se comienza realizándose  cada participante su sombrero. Una vez terminados, se colocan sillas en un gran círculo, tantas como asistentes que ponen el sombrero en el suelo al lado de cada asiento. Quien narra el cuento se coloca en el centro y empieza a relatar la historia.

Érase una vez un señor sombrerero que se paseaba por un hermoso bosque llevando en su maleta una preciosa colección de sombreros, que tenía intención de vender en la más famosa de las ferias del condado.

Cansado de su larga caminata se echó a descansar debajo de un frondoso árbol, sin saber  que en aquel bosque vivía una familia de monos que imitaba a todo aquel que pasara por allí.

Aprovechando que el señor estaba dormido y bien dormido, los animales bajaron de los árboles en los que estaban encaramados, abrieron la maleta, sacaron los sombreros, se los pusieron en la cabeza y de esta guisa volvieron a trepar a sus casas. 

(Hacen lo mismo subiéndose en lo alto de las sillas)

Cuando el sombrerero despertó a la mañana siguiente se sintió extrañado pues no recordaba dónde se había dormido, así que dedicó un rato a mirar a su alrededor, desperezarse, rascarse la barriga, tocarse la cabeza y emitir unos cuantos bostezos que fueron imitados (sin que él lo sospechara) por toda aquella familia de monos. 

(Hacen los gestos y sonidos pero sin hablar)

Pero grande fue su sorpresa cuando al acercarse a su maleta dispuesto a reiniciar su viaje se encontró que no había ni uno solo de sus sombreros. Asombrado, se mesó los cabellos, dio la vuelta alrededor de su bolsa una y otra vez, pensó, volvió a pensar, hasta que lanzó un aullido de rabia, mientras gritaba: ¿Dónde están mis sombreros?

Grande fue su sorpresa al escuchar los lamentos y aullidos que soltaron aquella jauría de monos en lo alto de su cabeza y claro no tuvo más remedio que descubrir quiénes habían sido los autores de tamaña fechoría. Durante un rato se inició un baile extraño; nuestro vendedor amenazó a los monos, chilló, pataleó, rabió, les pidió que bajaran de allí, que le devolvieran sus sombreros, y poco le faltó para ponerse de rodillas -tal era su desesperación- pero  para su asombro los monos, sin inmutarse, seguían paso a paso todos sus movimientos, y si bien es verdad que no podían hablar, ya que los monos no hablan, imitaban los sonidos que les parecían oportunos.

Nuestro hombre pasó gran parte de la mañana desgañitándose, llorando, chillando, siendo incapaz de conseguir que sus preciados sombreros bajaran a sus manos.
Nuestro hombre pasó gran parte de la mañana desgañitándose, llorando, chillando, siendo incapaz de conseguir que sus preciados sombreros bajaran a sus manos.

( Aquí se puede alargar a gusto de la imaginación de cada uno)

Incluso sacó un plátano de su bolsillo y se lo comió con toda la parsimonia de que fue capaz, teniendo en cuenta su estado de ánimo, mientras los monos imitaban impertérritos sus movimientos.
Por fin tuvo una idea; se sujetó el sombrero que llevaba en la cabeza (y que por supuesto no se quitaba ni para dormir), echó una ojeadita a los monos y cogiendo la visera del mismo lo lanzó al aire con todas las fuerzas de que fue capaz. Y claro está, los monos imitaron paso por paso sus movimientos y al cabo del rato una nube de sombreros bajó desde lo alto de los árboles y cayó con delicadeza a su alrededor, por lo que presuroso se dedicó a recoger y guardar en su maleta tanto modelito proponiéndose no olvidar poner un buen candado en su bolsa y, eso sí, diciendo que nunca, pero nunca, contaría a nadie lo que le había pasado.

Este cuento lo escuché hace muchos años y aun después de haberlo relatado muchas veces tengo que decir que no he localizado al autor.



Haciendo sombreros para todas las cabezas


Como Hacer Un Sombrero

Lo más interesante es que el sombrero resultante nunca es tan efímero como el papel con el que se realiza, ya que los dobleces consiguen darle una firmeza que los hace aptos para usarlos en muchas ocasiones.


Pueden hacer las delicias de una fiesta, darle homogeneidad a un espectáculo o  salvarnos de unos acelerados carnavales.
Para mí, lo más interesante es que con materiales muy sencillos, cotidianos y al alcance de todos, les demos a las criaturas, la posibilidad de realizar objetos imprescindibles para sus juegos. 

Fases para la realización de un sombrero de papel


En este caso vamos a presentar la fabricación de tres modelos básicos a partir de los cuales podemos llevar a cabo los que queramos.

 

 LA GORRA 

1.-Para este tipo de sombrero precisamos de tres hojas dobles de papel de periódico, que colocamos abiertas unas sobre otras.

 

 
 
5.-Dibujamos la visera con un rotulador grueso para evitar que nos quede muy descentrada respecto a la frente.



6.-Recortamos la misma y además cortamos  por los alrededores de la cinta adhesiva, que marcan la nuca.

7.-Ya podemos decorar nuestra gorra.    

Bombín

Sugiero este modelo por que en caso de urgencia no precisa ni siquiera recortado, o sea que es el más rápido y sencillo.

1.- Colocamos en este caso cuatro hojas dobles de periódico, en forma de cruz sobre la cabeza.

Repetimos con ellas  el primero, segundo y tercer paso

4.- Una vez colocado el sombrero sobre una superficie plana, en vez de recortar vamos doblando todo el papel hasta llegar a la cinta procurando que nos quede un ala del mismo ancho alrededor.

5.-El último doblez lo sujetamos con varias grapas.

6.-Ya está listo para su decoración. 

 Pamela


Repetimos hasta el tercer paso del bombín.
4.-Recortamos el ala redonda de una pamela. Si hace falta se dibuja primero para tener mayor seguridad a la hora de cortar.

5.-Fijamos el filo con cinta adhesiva para darle mayor firmeza al mismo. Despegamos del suelo... (he cogido cinta adhesiva de color para darle mas vivacidad)

...y la doblamos sobre sí misma.

6.-Colocamos cualquier adorno que nos atraíga...



...y ya tenemos listos tres tipos de sombreros.

Sombreros realizados por Clara y por mí, después de varios años de experiencia 2003 
Del libro cuentos que caben en un bolsillo y Materiales y objetos tradicionales para contar cuentos

jueves, 18 de julio de 2019

Cochinitos en la clase de Toñi, sesión de Mayo

Hoy les he enseñado a hacer un cerdito y contado este cuento, el entusiasmo ha sido mayúsculo y casi todos se han ido con una buena colección de cochinitos a casa decorados de la manera más dispar.

Los Seis Cerditos

Para contar este cuento se recomienda hacer en papiroflexia seis cerditos pequeños y uno grande, para que consigáis mayor efecto recomendamos realizarlos en papel de color rosa


Os presento a mamá Cerda y sus seis cerditos. Bueno, como son tantos no estoy muy segura de que estén todos, vamos a contarlos; uno, dos, tres, cuatro, cinco y seis........ (Se le pide al público que colabore a la hora de contarlos a lo largo de todo el cuento)
Su mamá los llevaba siempre de paseo al parque, al mercado y cada mañana a la escuela, pero como tenía miedo de que alguno se le perdiera, tomó la costumbre de contarlos uno o dos veces al día.
Los ponía a todos en fila al terminar de jugar en los columpios y contaba: uno, dos tres......
Los cerditos salieron valientes y aventureros, así que un día preguntaron a su mamá si podían irse a jugar solos al jardín que había al otro lado del pueblo. Mamá cerda les dijo -no me parece mal que aprendáis a ser independientes, pero para que os de permiso tenéis que prometerme tres cosas; la primera, que iréis siempre juntos, la segunda, que os acordéis de contaros cada cierto tiempo y la tercera que me llaméis en cuanto tengáis algún problema.
-¡Si mamá!, respondieron todos los cerditos a la vez, y muy contentos se fueron de paseo. Cuando llevaban un buen rato de marcha, se detuvieron a beber agua en un arroyo, a saltar un seto y a comer moras y cuando reanudaron la marcha, el mayor de los hermanos dijo - ¡alto!, no se nos puede olvidar lo que nos pidió mamá, vamos a contarnos y añadió,- yo lo haré que para eso soy el mayor, a ver poneros todos en fila
-y empezó a contar- Uno, dos, tres, cuatro y cinco. ¡OH que ocurre, falta uno!
-¡Espera! no lo haces bien, dijo el segundo, y comenzó de nuevo a contar:- uno, dos, tres, cuatro y cinco.


Así uno tras otro fueron contando a sus hermanos y a todos les faltaba uno.
Asustados comenzaron a llorar;-¡mamá, mamá, nos falta un hermanito!.
De una vecina a otra se fueron pasando la voz hasta que mamá Cerda muy asustada llegó a donde estaban sus hijos.
-¿Qué pasa? ¿Qué pasa?
-¡Ay mamá! dijeron los cerditos al unísono,-uno de nosotros se ha perdido, contamos y contamos pero solo estamos cinco.
-Tranquilos calmaros todos- dijo la mamá- y poneros en fila detrás mía, a ver que ocurre-  y empezó a contar- uno, dos, tres, cuatro, cinco y seis... pero si estáis todos, me parece- dijo por fin- que no podréis salir a la calle solos hasta que no aprendáis a contar.
Y contentos y felices se volvieron a casa.


En el sieguiente enlace teneis un tutorial sobre como hacer el cerdito. Suerte y a divertirse