Fijaros que título mas bonito, Sueños de papel. Efectivamente que sigamos creando y soñando...
lunes, 16 de diciembre de 2019
Más y más libros para trabajar la papiroflexia
En mi armario no paran de aparecer libros maravillosos para trabajar el tema del Diluvio universal, y es que con esto de que Noé tiene que meter en el arca dos animales de cada clase es un no parar.
sábado, 14 de diciembre de 2019
Materiales para trabajar con cuentos en torno al mar
Un material expresamente previsto para hacer una barca grande con sus animales correspondientes |
.
A partir del relato que os encontrareis desarrollado en
http://www.mcep.es/experiencias/los-cuentos-como-motivacion-en-el-metodo-de-proyectos/
He querido traeros a este blog alguno de los materiales de papiroflexia con el que podemos enriquecer nuestras historias o hacer mil y una más. Algunos ya he hecho referencia en otras experiencias pero así las podemos tener todas juntas.
BARCOS
De la casa CAYRO ART, es una caja con cinco modelos de barcos ya coloreados y preparados para hacerlos. Las instrucciones precisas para ello y papeles en blanco para poder seguir desarrollando la actividad.
El barquitro clásico con sus velas, banderines, cuerdas, marineros y mil cosas mas.
Materiales para peques
Y aun tenemos más
Y más grandes y maravillosos
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jueves, 5 de diciembre de 2019
Nos vamos a otro tercero
En el segundo grupo de tercero volvimos a repetir la sesión del cuento del Hombrecito de Jengibre que tenéis relatada en el día 22 de noviembre.
La actividad fue la misma y los resultados también muy divertidos. Ya me ha contado Puri que las criaturas de la clase se han apresurado a contar el cuento en otros grupos. Qué no se pierda el arte de narrar, eso es lo importante.
El grupo encantado con la propuesta comenzó haciendo la plantilla para sus Hombrecitos de Jengibre, con mas o menos dificultad, ya que nunca habían trabajado la simetría, pero ayudándonos entre todos logramos unos resultados muy divertidos.
Uno de los trabajos realizados
Y para terminar el muñeco grande que les servirá de apoyo para contarlo en otras clases fue ilustrado asi de chulo....No me digáis que no quedan divertidos las dos galletas parecen padre e hijo, verdad?
La actividad fue la misma y los resultados también muy divertidos. Ya me ha contado Puri que las criaturas de la clase se han apresurado a contar el cuento en otros grupos. Qué no se pierda el arte de narrar, eso es lo importante.
El grupo en plena efervescencia |
Uno de los trabajos realizados
Y para terminar el muñeco grande que les servirá de apoyo para contarlo en otras clases fue ilustrado asi de chulo....No me digáis que no quedan divertidos las dos galletas parecen padre e hijo, verdad?
miércoles, 4 de diciembre de 2019
Adivinacuentos
También ayer en la clase de Puri les mostré este precioso material al final de la sesión con las Matrioskas...
Este libro además de contar con unas cuidadas y originales ilustraciones, presenta una serie de adivinanzas en verso sobre los cuentos más conocidos de la literatura universal.
Se presta no solo a leerlo y jugar a encontrar los cuentos si no también siguiendo la misma técnica escribir e inventar, ya sea de forma individual o colectiva, otros nuevos acertijos.
Como muestra un botón:
Era pequeña
y la plantaste
y de repente
como escalera
te la encontraste.
Bajas y subes
subes y bajas
desde las nubes
llevas a casa
oro y alhajas.
Os la dejo para que encontréis la solución.
Y espero en breve hacer el experimento en una clase y ver que resultados nos da.
En clase de Puri
Ayer estuve en el Ceip de Tinar de Albolote en la clase de nuestra compañera Puri contando cuentos a dos de sus clases de tercero.
Como tenía poco tiempo en la primera sesión les llevé este precioso cuento ruso que da mucho juego para hablar de lugares y recordar preciosas tradiciones como la artesanía en madera.
Para ilustrar el cuento a falta de una muñeca grande, tengo una demasiado pequeña, me llevé este conjunto realizado bajo el mismo principio y que es en realidad diferentes presentaciones de un cuento y materiales para trabajar la papiroflexia.
MATRIOSKA
—Incluso tú —apuntó Matrioska— me tienes a mí, pues bien, yo también querría tener una hija.
—Pero entonces —respondió el carpintero— tendría que abrirte y sacar la madera de tu interior para hacerte una hija y eso sería doloroso y nada fácil .
—Ya sabes que en la vida las cosas importantes siempre suponen pequeños sacrificios —respondió la dulce Matrioska.
Y así fue como el carpintero abrió a Matrioska y extrajo cuidadosamente la madera de su interior, para hacer una muñeca un poco más pequeña, a la que llamó Trioska. Desde aquel día, cada mañana, al levantarse, saludaba:
—Buenos días, Matrioska; buenos días, Trioska.
—Buenos días, buenos días —respondían ellas al unísono. Ocurrió que también Trioska sintió la necesidad de ser madre. De modo que el viejo carpintero extrajo la madera de su interior y fabricó una muñeca, aun más pequeña, a la que puso por nombre Oska. Al cabo de un tiempo, también Oska quería tener su propia hija, pero al abrirla, se dio cuenta de que sólo quedaba un mínimo pedazo de madera, tan blanca como el primer día, pero del tamaño de un garbanzo. Sólo una muñeca más podría fabricarse. Entonces el carpintero, temeroso de no poder cumplir el deseo de la pequeña muñequita y de que ésta se sintiera triste toda su vida, le dibujó unos enormes bigotes y lo puso ante el espejo diciéndole:
Como tenía poco tiempo en la primera sesión les llevé este precioso cuento ruso que da mucho juego para hablar de lugares y recordar preciosas tradiciones como la artesanía en madera.
Para ilustrar el cuento a falta de una muñeca grande, tengo una demasiado pequeña, me llevé este conjunto realizado bajo el mismo principio y que es en realidad diferentes presentaciones de un cuento y materiales para trabajar la papiroflexia.
La muñeca grande es una caja y dentro van las otras |
MATRIOSKA
Hace mucho, mucho tiempo, un carpintero salió de su cabaña y
recorrió lentamente el camino hacía el bosque, en busca de un buen tronco para
tallar. En un claro del bosque, el viejo carpintero vio un tronco tan hermoso
como nunca antes había visto. Lo cogió y lo llevó a casa. Era un hermoso
tronco, con el que, sin duda, debía fabricar algo muy especial. Durante varios
días, no supo qué hacer. Finalmente una mañana, despertó y decidió hacer una
muñeca. Puso el tronco sobre la mesa de trabajo y empezó a tallarla suave y
delicadamente. Cuando la terminó, le gustó tanto, que decidió no ponerla en
venta y la colocó en su mesilla de noche. Le puso por nombre Matrioska. Cada
mañana, el carpintero se levantaba y la saludaba cortésmente, antes de iniciar
sus tareas:
—Buenos días, Matrioska.
Un día tras otro repetía la misma expresión, hasta que una mañana, un tenue susurro le respondió:
—Buenos días.
El carpintero quedó tremendamente impresionado y repitió:
—Buenos días, Matrioska...
—Buenos días —le contestó la muñeca, con un hilo de voz.
—Buenos días, Matrioska.
Un día tras otro repetía la misma expresión, hasta que una mañana, un tenue susurro le respondió:
—Buenos días.
El carpintero quedó tremendamente impresionado y repitió:
—Buenos días, Matrioska...
—Buenos días —le contestó la muñeca, con un hilo de voz.
Asombrado, se acercó a la muñeca para comprobar que era ella
quien hablaba y no sus viejos oídos que le jugaban una mala pasada. Desde aquel
día, vivió acompañado por la pequeña Matrioska, que era un pozo de palabras y
risas, y le distraía y alegraba en su trabajo diario. Una mañana, Matrioska
despertó muy triste. Tras mucho rogarle, un poco avergonzada, ella le explicó
que cada día veía por la ventana los pájaros con sus crías, los osos con sus
oseznos, y hasta las orugas que se enganchaban unas a otras formando una gran
fila familiar.
—Incluso tú —apuntó Matrioska— me tienes a mí, pues bien, yo también querría tener una hija.
—Pero entonces —respondió el carpintero— tendría que abrirte y sacar la madera de tu interior para hacerte una hija y eso sería doloroso y nada fácil .
—Ya sabes que en la vida las cosas importantes siempre suponen pequeños sacrificios —respondió la dulce Matrioska.
Y así fue como el carpintero abrió a Matrioska y extrajo cuidadosamente la madera de su interior, para hacer una muñeca un poco más pequeña, a la que llamó Trioska. Desde aquel día, cada mañana, al levantarse, saludaba:
—Buenos días, Matrioska; buenos días, Trioska.
—Buenos días, buenos días —respondían ellas al unísono. Ocurrió que también Trioska sintió la necesidad de ser madre. De modo que el viejo carpintero extrajo la madera de su interior y fabricó una muñeca, aun más pequeña, a la que puso por nombre Oska. Al cabo de un tiempo, también Oska quería tener su propia hija, pero al abrirla, se dio cuenta de que sólo quedaba un mínimo pedazo de madera, tan blanca como el primer día, pero del tamaño de un garbanzo. Sólo una muñeca más podría fabricarse. Entonces el carpintero, temeroso de no poder cumplir el deseo de la pequeña muñequita y de que ésta se sintiera triste toda su vida, le dibujó unos enormes bigotes y lo puso ante el espejo diciéndole:
—Mira, Ka,... tú tienes bigotes. Eres un hombre, o sea que
no podrás tener un hijo o una hija de dentro de ti. Y así es como Ka, Oska,
Trioska, Matrioska y el carpintero siguieron viviendo felices el resto de sus
días.
Esta versión la he encontrado en el blog
http://www.secretosparacontar.org/Lectores/Contenidosytemas/Matrioska.aspx?CurrentCatId=294
Cuando terminé el cuento, lo recuperamos, con ayuda de la clase, repasando todo lo relatado y les dejé unas muñecas para que cada criatura tuviera una pequeña Matrioska para colorear, también hicimos las siluetas de las muñecas para que las recortaran y dibujaran y así pudieran relatar la historia.
Cuando terminé el cuento, lo recuperamos, con ayuda de la clase, repasando todo lo relatado y les dejé unas muñecas para que cada criatura tuviera una pequeña Matrioska para colorear, también hicimos las siluetas de las muñecas para que las recortaran y dibujaran y así pudieran relatar la historia.
Después les mostré otro precioso libro, pero ese os lo enseño en otra ocasión.
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