Fijaros que título mas bonito, Sueños de papel. Efectivamente que sigamos creando y soñando...
lunes, 16 de diciembre de 2019
Más y más libros para trabajar la papiroflexia
En mi armario no paran de aparecer libros maravillosos para trabajar el tema del Diluvio universal, y es que con esto de que Noé tiene que meter en el arca dos animales de cada clase es un no parar.
sábado, 14 de diciembre de 2019
Materiales para trabajar con cuentos en torno al mar
Un material expresamente previsto para hacer una barca grande con sus animales correspondientes |
.
A partir del relato que os encontrareis desarrollado en
http://www.mcep.es/experiencias/los-cuentos-como-motivacion-en-el-metodo-de-proyectos/
He querido traeros a este blog alguno de los materiales de papiroflexia con el que podemos enriquecer nuestras historias o hacer mil y una más. Algunos ya he hecho referencia en otras experiencias pero así las podemos tener todas juntas.
BARCOS
De la casa CAYRO ART, es una caja con cinco modelos de barcos ya coloreados y preparados para hacerlos. Las instrucciones precisas para ello y papeles en blanco para poder seguir desarrollando la actividad.
El barquitro clásico con sus velas, banderines, cuerdas, marineros y mil cosas mas.
Materiales para peques
Y aun tenemos más
Y más grandes y maravillosos
|
jueves, 5 de diciembre de 2019
Nos vamos a otro tercero
En el segundo grupo de tercero volvimos a repetir la sesión del cuento del Hombrecito de Jengibre que tenéis relatada en el día 22 de noviembre.
La actividad fue la misma y los resultados también muy divertidos. Ya me ha contado Puri que las criaturas de la clase se han apresurado a contar el cuento en otros grupos. Qué no se pierda el arte de narrar, eso es lo importante.
El grupo encantado con la propuesta comenzó haciendo la plantilla para sus Hombrecitos de Jengibre, con mas o menos dificultad, ya que nunca habían trabajado la simetría, pero ayudándonos entre todos logramos unos resultados muy divertidos.
Uno de los trabajos realizados
Y para terminar el muñeco grande que les servirá de apoyo para contarlo en otras clases fue ilustrado asi de chulo....No me digáis que no quedan divertidos las dos galletas parecen padre e hijo, verdad?
La actividad fue la misma y los resultados también muy divertidos. Ya me ha contado Puri que las criaturas de la clase se han apresurado a contar el cuento en otros grupos. Qué no se pierda el arte de narrar, eso es lo importante.
El grupo en plena efervescencia |
Uno de los trabajos realizados
Y para terminar el muñeco grande que les servirá de apoyo para contarlo en otras clases fue ilustrado asi de chulo....No me digáis que no quedan divertidos las dos galletas parecen padre e hijo, verdad?
miércoles, 4 de diciembre de 2019
Adivinacuentos
También ayer en la clase de Puri les mostré este precioso material al final de la sesión con las Matrioskas...
Este libro además de contar con unas cuidadas y originales ilustraciones, presenta una serie de adivinanzas en verso sobre los cuentos más conocidos de la literatura universal.
Se presta no solo a leerlo y jugar a encontrar los cuentos si no también siguiendo la misma técnica escribir e inventar, ya sea de forma individual o colectiva, otros nuevos acertijos.
Como muestra un botón:
Era pequeña
y la plantaste
y de repente
como escalera
te la encontraste.
Bajas y subes
subes y bajas
desde las nubes
llevas a casa
oro y alhajas.
Os la dejo para que encontréis la solución.
Y espero en breve hacer el experimento en una clase y ver que resultados nos da.
En clase de Puri
Ayer estuve en el Ceip de Tinar de Albolote en la clase de nuestra compañera Puri contando cuentos a dos de sus clases de tercero.
Como tenía poco tiempo en la primera sesión les llevé este precioso cuento ruso que da mucho juego para hablar de lugares y recordar preciosas tradiciones como la artesanía en madera.
Para ilustrar el cuento a falta de una muñeca grande, tengo una demasiado pequeña, me llevé este conjunto realizado bajo el mismo principio y que es en realidad diferentes presentaciones de un cuento y materiales para trabajar la papiroflexia.
MATRIOSKA
—Incluso tú —apuntó Matrioska— me tienes a mí, pues bien, yo también querría tener una hija.
—Pero entonces —respondió el carpintero— tendría que abrirte y sacar la madera de tu interior para hacerte una hija y eso sería doloroso y nada fácil .
—Ya sabes que en la vida las cosas importantes siempre suponen pequeños sacrificios —respondió la dulce Matrioska.
Y así fue como el carpintero abrió a Matrioska y extrajo cuidadosamente la madera de su interior, para hacer una muñeca un poco más pequeña, a la que llamó Trioska. Desde aquel día, cada mañana, al levantarse, saludaba:
—Buenos días, Matrioska; buenos días, Trioska.
—Buenos días, buenos días —respondían ellas al unísono. Ocurrió que también Trioska sintió la necesidad de ser madre. De modo que el viejo carpintero extrajo la madera de su interior y fabricó una muñeca, aun más pequeña, a la que puso por nombre Oska. Al cabo de un tiempo, también Oska quería tener su propia hija, pero al abrirla, se dio cuenta de que sólo quedaba un mínimo pedazo de madera, tan blanca como el primer día, pero del tamaño de un garbanzo. Sólo una muñeca más podría fabricarse. Entonces el carpintero, temeroso de no poder cumplir el deseo de la pequeña muñequita y de que ésta se sintiera triste toda su vida, le dibujó unos enormes bigotes y lo puso ante el espejo diciéndole:
Como tenía poco tiempo en la primera sesión les llevé este precioso cuento ruso que da mucho juego para hablar de lugares y recordar preciosas tradiciones como la artesanía en madera.
Para ilustrar el cuento a falta de una muñeca grande, tengo una demasiado pequeña, me llevé este conjunto realizado bajo el mismo principio y que es en realidad diferentes presentaciones de un cuento y materiales para trabajar la papiroflexia.
La muñeca grande es una caja y dentro van las otras |
MATRIOSKA
Hace mucho, mucho tiempo, un carpintero salió de su cabaña y
recorrió lentamente el camino hacía el bosque, en busca de un buen tronco para
tallar. En un claro del bosque, el viejo carpintero vio un tronco tan hermoso
como nunca antes había visto. Lo cogió y lo llevó a casa. Era un hermoso
tronco, con el que, sin duda, debía fabricar algo muy especial. Durante varios
días, no supo qué hacer. Finalmente una mañana, despertó y decidió hacer una
muñeca. Puso el tronco sobre la mesa de trabajo y empezó a tallarla suave y
delicadamente. Cuando la terminó, le gustó tanto, que decidió no ponerla en
venta y la colocó en su mesilla de noche. Le puso por nombre Matrioska. Cada
mañana, el carpintero se levantaba y la saludaba cortésmente, antes de iniciar
sus tareas:
—Buenos días, Matrioska.
Un día tras otro repetía la misma expresión, hasta que una mañana, un tenue susurro le respondió:
—Buenos días.
El carpintero quedó tremendamente impresionado y repitió:
—Buenos días, Matrioska...
—Buenos días —le contestó la muñeca, con un hilo de voz.
—Buenos días, Matrioska.
Un día tras otro repetía la misma expresión, hasta que una mañana, un tenue susurro le respondió:
—Buenos días.
El carpintero quedó tremendamente impresionado y repitió:
—Buenos días, Matrioska...
—Buenos días —le contestó la muñeca, con un hilo de voz.
Asombrado, se acercó a la muñeca para comprobar que era ella
quien hablaba y no sus viejos oídos que le jugaban una mala pasada. Desde aquel
día, vivió acompañado por la pequeña Matrioska, que era un pozo de palabras y
risas, y le distraía y alegraba en su trabajo diario. Una mañana, Matrioska
despertó muy triste. Tras mucho rogarle, un poco avergonzada, ella le explicó
que cada día veía por la ventana los pájaros con sus crías, los osos con sus
oseznos, y hasta las orugas que se enganchaban unas a otras formando una gran
fila familiar.
—Incluso tú —apuntó Matrioska— me tienes a mí, pues bien, yo también querría tener una hija.
—Pero entonces —respondió el carpintero— tendría que abrirte y sacar la madera de tu interior para hacerte una hija y eso sería doloroso y nada fácil .
—Ya sabes que en la vida las cosas importantes siempre suponen pequeños sacrificios —respondió la dulce Matrioska.
Y así fue como el carpintero abrió a Matrioska y extrajo cuidadosamente la madera de su interior, para hacer una muñeca un poco más pequeña, a la que llamó Trioska. Desde aquel día, cada mañana, al levantarse, saludaba:
—Buenos días, Matrioska; buenos días, Trioska.
—Buenos días, buenos días —respondían ellas al unísono. Ocurrió que también Trioska sintió la necesidad de ser madre. De modo que el viejo carpintero extrajo la madera de su interior y fabricó una muñeca, aun más pequeña, a la que puso por nombre Oska. Al cabo de un tiempo, también Oska quería tener su propia hija, pero al abrirla, se dio cuenta de que sólo quedaba un mínimo pedazo de madera, tan blanca como el primer día, pero del tamaño de un garbanzo. Sólo una muñeca más podría fabricarse. Entonces el carpintero, temeroso de no poder cumplir el deseo de la pequeña muñequita y de que ésta se sintiera triste toda su vida, le dibujó unos enormes bigotes y lo puso ante el espejo diciéndole:
—Mira, Ka,... tú tienes bigotes. Eres un hombre, o sea que
no podrás tener un hijo o una hija de dentro de ti. Y así es como Ka, Oska,
Trioska, Matrioska y el carpintero siguieron viviendo felices el resto de sus
días.
Esta versión la he encontrado en el blog
http://www.secretosparacontar.org/Lectores/Contenidosytemas/Matrioska.aspx?CurrentCatId=294
Cuando terminé el cuento, lo recuperamos, con ayuda de la clase, repasando todo lo relatado y les dejé unas muñecas para que cada criatura tuviera una pequeña Matrioska para colorear, también hicimos las siluetas de las muñecas para que las recortaran y dibujaran y así pudieran relatar la historia.
Cuando terminé el cuento, lo recuperamos, con ayuda de la clase, repasando todo lo relatado y les dejé unas muñecas para que cada criatura tuviera una pequeña Matrioska para colorear, también hicimos las siluetas de las muñecas para que las recortaran y dibujaran y así pudieran relatar la historia.
Después les mostré otro precioso libro, pero ese os lo enseño en otra ocasión.
viernes, 22 de noviembre de 2019
El hombrecito de jengibre
Como se acercan las fiestas, qué mejor que preparar con los chicos y chicas narradores un cuento de navidad.
Para ello les llevé un libro muy interesante
De este cuento extraje El hombrecillo de jengibre, una historia popular de origen inglés.
Una de las versiones la podéis encontrar en este blog
https://www.martesdecuento.com/2018/12/18/el-hombrecito-de-jengibre/
Hay muchas más, así que os animo a elegir la que más os guste.
Cuando terminé de contar el cuento, lo repasamos con toda la clase recordando los pasos fundamentales de la historia, también les dejé una copia en papel.
Y pasamos a la actividad manual, hacer cada criatura un hombrecito en cartulina marrón y cinco grandes para acompañar el relato, como el que yo les había presentado.
Estas son algunos de los resultados obtenidos, quedaron muy graciosos y se les puede dar muchas utilidades; decoración para el árbol, marca páginas, para contar cada uno el cuento en su casa...etc.
Como nos quedó un poquito de tiempo escuchamos varios cuentos de los iniciados en la sesión anterior que habían terminado en clase. quedaron geniales y desde aquí felicito a la clase de 4º C por el nivel que tiene
Para ello les llevé un libro muy interesante
La navidad en el mundo |
Para acompañar la historia es mi hombrecito, está hecho en fieltro |
https://www.martesdecuento.com/2018/12/18/el-hombrecito-de-jengibre/
Hay muchas más, así que os animo a elegir la que más os guste.
Cuando terminé de contar el cuento, lo repasamos con toda la clase recordando los pasos fundamentales de la historia, también les dejé una copia en papel.
Y pasamos a la actividad manual, hacer cada criatura un hombrecito en cartulina marrón y cinco grandes para acompañar el relato, como el que yo les había presentado.
En papel y con ayuda de la simetría hicieron sus modelos |
un momento de enseñar el cuento |
Haciendo el muñeco para contar |
Como nos quedó un poquito de tiempo escuchamos varios cuentos de los iniciados en la sesión anterior que habían terminado en clase. quedaron geniales y desde aquí felicito a la clase de 4º C por el nivel que tiene
Axel leyendo su cuento |
sábado, 2 de noviembre de 2019
Taller en Madrid
Entre el Pozo del Tio Raimundo y el barrió de Entrevias está un colegio que se ha convertido en un referente de integración y de escuela innovadora, se trata del Colegio Manuel Nuñez de Arenas.
Alguno de los coloridos rincones de los pasillos |
miércoles, 23 de octubre de 2019
Comenzamos el curso con el taller de cuentos.
Hoy ha sido la primera sesión con el taller de cuentos y es que este año estamos de suerte, Toñi sigue con el mismo curso así que esto nos permitirá profundizar y avanzar a pasos agigantados.
El recibimiento ha sido tan cálido que nos ha hecho olvidar los negros nubarrones que nos trae el otoño.
Teníamos pendiente la elaboración de un librito donde las criaturas escribieran un relato, y eso hemos hecho.
La ratita de biblioteca Minú, que vive en Mi pequeña Biblioteca, me ha dicho el cuento que tenía que contar esta mañana.
Momotaro el niño melocotón, que según la wilkipedia es uno de los cuentos tradicionales más famosos de Japón.
Cuenta la historia de una pareja de ancianos que no puede tener hijos y son bendecidos con un niño que nace del interior de un melocotón gigante, que la anciana encuentra un día flotando en un río. De ahí su nombre: momo (桃 melocotón?) + Tarō (nombre masculino común).
Y es que en el libro ¡Kamikara¡ del magnífico autor japonés Haruki Nakamura encontré, entre otros personajes saltarines de papel, a Momotaro y con una paciencia infinita lo construí.
El recibimiento ha sido tan cálido que nos ha hecho olvidar los negros nubarrones que nos trae el otoño.
Teníamos pendiente la elaboración de un librito donde las criaturas escribieran un relato, y eso hemos hecho.
La ratita de biblioteca Minú, que vive en Mi pequeña Biblioteca, me ha dicho el cuento que tenía que contar esta mañana.
Minú leyéndose el libro esta mañana |
Momotaro el niño melocotón, que según la wilkipedia es uno de los cuentos tradicionales más famosos de Japón.
Cuenta la historia de una pareja de ancianos que no puede tener hijos y son bendecidos con un niño que nace del interior de un melocotón gigante, que la anciana encuentra un día flotando en un río. De ahí su nombre: momo (桃 melocotón?) + Tarō (nombre masculino común).
Al crecer Momotaro se convierte en un gran héroe cuando decide recuperar un tesoro que está en Onigashima (la isla de los demonios). En su camino se encuentra con varios animales: un faisán, un perro y un mono que, gracias a la generosidad que muestra el muchacho con ellos, se le unen en su travesía. Viaja a la isla habitada por demonios, acaba con ellos y salva a los lugareños de sus fechorías.
Y es que en el libro ¡Kamikara¡ del magnífico autor japonés Haruki Nakamura encontré, entre otros personajes saltarines de papel, a Momotaro y con una paciencia infinita lo construí.
viernes, 2 de agosto de 2019
Mas cuentos de manos y dedos
Cuando empezamos con los cuentos de manos y dedos que se han contado de siempre es un no terminar, ya que todas nos acordamos enseguida de aquellos que las mujeres de la familia nos contaron desde siempre.
Estos son tres que mi amiga Keti de Arezzo ha recopilado en sus preciosos talleres. https://www.facebook.com/valigiaracconti/
Este se cayó al pozo
este lo sacó
este lo secó
este preparó la sopa
y este se la comió
Estos son tres que mi amiga Keti de Arezzo ha recopilado en sus preciosos talleres. https://www.facebook.com/valigiaracconti/
El pozo
Añadir leyenda |
este lo sacó
este lo secó
este preparó la sopa
y este se la comió
sábado, 20 de julio de 2019
Terminamos el curso con los narradores y narradoras
Esta ultima sesión era nuestra despedida y para eso teníamos que hacer algo muy especial, así que realizamos la actividad de los sombreros.
Para ello hacen falta materiales al alcance de todos como son ; papel de periódico, cinta de carrocero, tijeras y grapadora. También podemos añadirle luego los adornos que queramos.
Nada más llegar a clase fui recibida con mucho cariño por parte de las criaturas que advertidas por Toñi sabían que iba ir y estaban preparando una asamblea.
En breve nos pusimos manos a la obra, enseñé a hacer sombreros (las indicaciones las tenéis en mis dos libros, tanto en el primero como en el segundo).
Una vez que ya sabían hacerlos se pusieron por parejas o entre tres y a los veinte minutos ya teníamos cada uno un sombrero sobre nuestras cabezas. las decoraciones fueron de lo más variadas, flores, pinturas, recortes, viseras, lazos hasta que toda la clase estuvo preparada para el paso siguiente; contar el cuento del vendedor de sombreros.
Nos colocamos en círculo con nuestro sombrero en la mano y una silla cerca.
El cuento es muy divertido y pasamos un buen rato contándolo.
Después quise valorar con ellos la actividad que hemos realizado desde el mes de enero y en asamblea hicieron una valoración personal. Para no repetir, la opinión generalizada es que les había gustado mucho todas las actividades sobre todo la papiroflexia y aprender a contar cuentos. ante mis preguntas reconocieron algunas que les gustaban más los libros y que los buscaban más, para otros sintieron que habían perdido el miedo a hablar ante otras personas y generalizado fue que había sido muy divertido.
Me entregaron un montón de recuerdos y recuerditos, cartas dibujos cochinitos de diferentes tamaños, en resumen una actividad muy gratificante para todos.
Alguna de la frases escuchadas
Te queremos, pero no solo te quiero yo sino toda la clase y también la maestra, te echaremos de menos
Siempre nos hiciste reír, sonreír y disfrutar
Eres la mejor cuentacuentos del mundo
Tu me quitaste la vergüenza y esto es bueno
Cada vez que veo una flor pienso en ti
Gracias por darnos tanta imaginación
Me gustaría encontrarte por la calle algún día
.........
Para ello hacen falta materiales al alcance de todos como son ; papel de periódico, cinta de carrocero, tijeras y grapadora. También podemos añadirle luego los adornos que queramos.
Nada más llegar a clase fui recibida con mucho cariño por parte de las criaturas que advertidas por Toñi sabían que iba ir y estaban preparando una asamblea.
En breve nos pusimos manos a la obra, enseñé a hacer sombreros (las indicaciones las tenéis en mis dos libros, tanto en el primero como en el segundo).
Una vez que ya sabían hacerlos se pusieron por parejas o entre tres y a los veinte minutos ya teníamos cada uno un sombrero sobre nuestras cabezas. las decoraciones fueron de lo más variadas, flores, pinturas, recortes, viseras, lazos hasta que toda la clase estuvo preparada para el paso siguiente; contar el cuento del vendedor de sombreros.
Nos colocamos en círculo con nuestro sombrero en la mano y una silla cerca.
El cuento es muy divertido y pasamos un buen rato contándolo.
Después quise valorar con ellos la actividad que hemos realizado desde el mes de enero y en asamblea hicieron una valoración personal. Para no repetir, la opinión generalizada es que les había gustado mucho todas las actividades sobre todo la papiroflexia y aprender a contar cuentos. ante mis preguntas reconocieron algunas que les gustaban más los libros y que los buscaban más, para otros sintieron que habían perdido el miedo a hablar ante otras personas y generalizado fue que había sido muy divertido.
Me entregaron un montón de recuerdos y recuerditos, cartas dibujos cochinitos de diferentes tamaños, en resumen una actividad muy gratificante para todos.
Con nuestros sombreros |
Alguna de la frases escuchadas
Te queremos, pero no solo te quiero yo sino toda la clase y también la maestra, te echaremos de menos
Siempre nos hiciste reír, sonreír y disfrutar
Eres la mejor cuentacuentos del mundo
Tu me quitaste la vergüenza y esto es bueno
Cada vez que veo una flor pienso en ti
Gracias por darnos tanta imaginación
Me gustaría encontrarte por la calle algún día
Un abrazo apretado |
.........
El vendedor de sombreros. Cuento Inglés
El vendedor de
sombreros
Este cuento es
un interesante trabajo de animación. Se comienza realizándose cada participante su sombrero. Una vez terminados,
se colocan sillas en un gran círculo, tantas como asistentes que ponen el
sombrero en el suelo al lado de cada asiento. Quien narra el cuento se coloca
en el centro y empieza a relatar la historia.
Érase una vez un señor
sombrerero que se paseaba por un hermoso bosque llevando en su maleta una
preciosa colección de sombreros, que tenía intención de vender en la más famosa
de las ferias del condado.
Cansado de su larga caminata
se echó a descansar debajo de un frondoso árbol, sin saber que en aquel bosque vivía una familia de monos
que imitaba a todo aquel que pasara por allí.
Aprovechando que el señor
estaba dormido y bien dormido, los animales bajaron de los árboles en los que
estaban encaramados, abrieron la maleta, sacaron los sombreros, se los pusieron
en la cabeza y de esta guisa volvieron a trepar a sus casas.
(Hacen lo mismo subiéndose en
lo alto de las sillas)
Cuando el sombrerero despertó a la mañana siguiente
se sintió extrañado pues no recordaba dónde se había dormido, así que dedicó un
rato a mirar a su alrededor, desperezarse, rascarse la barriga, tocarse la
cabeza y emitir unos cuantos bostezos que fueron imitados (sin que él lo
sospechara) por toda aquella familia de monos.
(Hacen los gestos y
sonidos pero sin hablar)
Pero grande fue su sorpresa
cuando al acercarse a su maleta dispuesto a reiniciar su viaje se encontró que
no había ni uno solo de sus sombreros. Asombrado, se mesó los cabellos, dio la
vuelta alrededor de su bolsa una y otra vez, pensó, volvió a pensar, hasta que
lanzó un aullido de rabia, mientras gritaba: ¿Dónde están mis sombreros?
Grande fue su sorpresa al
escuchar los lamentos y aullidos que soltaron aquella jauría de monos en lo
alto de su cabeza y claro no tuvo más remedio que descubrir quiénes habían sido
los autores de tamaña fechoría. Durante un rato se inició un baile extraño;
nuestro vendedor amenazó a los monos, chilló, pataleó, rabió, les pidió que
bajaran de allí, que le devolvieran sus sombreros, y poco le faltó para ponerse
de rodillas -tal era su desesperación- pero
para su asombro los monos, sin inmutarse, seguían paso a paso todos sus
movimientos, y si bien es verdad que no podían hablar, ya que los monos no
hablan, imitaban los sonidos que les parecían oportunos.
Nuestro hombre pasó gran
parte de la mañana desgañitándose, llorando, chillando, siendo incapaz de
conseguir que sus preciados sombreros bajaran a sus manos.
Nuestro hombre pasó gran
parte de la mañana desgañitándose, llorando, chillando, siendo incapaz de
conseguir que sus preciados sombreros bajaran a sus manos.
( Aquí se puede alargar a gusto de la
imaginación de cada uno)
Incluso sacó un plátano de su bolsillo y se lo comió
con toda la parsimonia de que fue capaz, teniendo en cuenta su estado de ánimo,
mientras los monos imitaban impertérritos sus movimientos.
Por fin tuvo una idea; se
sujetó el sombrero que llevaba en la cabeza (y que por supuesto no se quitaba
ni para dormir), echó una ojeadita a los monos y cogiendo la visera del mismo
lo lanzó al aire con todas las fuerzas de que fue capaz. Y claro está, los
monos imitaron paso por paso sus movimientos y al cabo del rato una nube de
sombreros bajó desde lo alto de los árboles y cayó con delicadeza a su
alrededor, por lo que presuroso se dedicó a recoger y guardar en su maleta
tanto modelito proponiéndose no olvidar poner un buen candado en su bolsa y,
eso sí, diciendo que nunca, pero nunca, contaría a nadie lo que le había
pasado.
Este cuento lo escuché hace
muchos años y aun después de haberlo relatado muchas veces tengo que decir que
no he localizado al autor.
Haciendo sombreros para todas las cabezas
Como Hacer Un
Sombrero
Lo más interesante es que el sombrero resultante nunca es tan efímero como el papel con el que se realiza, ya que los dobleces consiguen darle una firmeza que los hace aptos para usarlos en muchas ocasiones.
Pueden hacer las delicias de una
fiesta, darle homogeneidad a un espectáculo o
salvarnos de unos acelerados carnavales.
Para mí, lo más interesante es que
con materiales muy sencillos, cotidianos y al alcance de todos, les demos a las
criaturas, la posibilidad de realizar objetos imprescindibles para sus
juegos.
Fases para la
realización de un sombrero de papel
En este
caso vamos a presentar la fabricación de tres modelos básicos a partir de los
cuales podemos llevar a cabo los que queramos.
LA GORRA
1.-Para
este tipo de sombrero precisamos de tres hojas dobles de papel de periódico,
que colocamos abiertas unas sobre otras.
|
|
5.-Dibujamos
la visera con un rotulador grueso para evitar que nos quede muy descentrada
respecto a la frente.
|
6.-Recortamos
la misma y además cortamos por los
alrededores de la cinta adhesiva, que marcan la nuca.
|
7.-Ya
podemos decorar nuestra gorra.
|
Bombín
Sugiero
este modelo por que en caso de urgencia no precisa ni siquiera recortado, o sea
que es el más rápido y sencillo.
1.- Colocamos en este caso cuatro
hojas dobles de periódico, en forma de cruz sobre la cabeza.
Repetimos con ellas el primero, segundo y tercer paso
4.-
Una vez colocado el sombrero sobre una superficie plana, en vez de recortar
vamos doblando todo el papel hasta llegar a la cinta procurando que nos quede
un ala del mismo ancho alrededor.
|
5.-El
último doblez lo sujetamos con varias grapas.
|
Pamela
Repetimos
hasta el tercer paso del bombín.
4.-Recortamos
el ala redonda de una pamela. Si hace falta se dibuja primero para tener
mayor seguridad a la hora de cortar.
|
5.-Fijamos
el filo con cinta adhesiva para darle mayor firmeza al mismo. Despegamos del
suelo... (he cogido cinta adhesiva de color para darle mas vivacidad)
|
...y
la doblamos sobre sí misma.
|
6.-Colocamos
cualquier adorno que nos atraíga...
|
...y
ya tenemos listos tres tipos de sombreros.
Sombreros realizados por Clara y por mí, después de
varios años de
experiencia 2003
|
Del libro cuentos que caben en un bolsillo y Materiales y objetos tradicionales para contar cuentos
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