miércoles, 25 de noviembre de 2020

EL BOLSO ROJO de Raquel Díaz Reguera

De la editorial Tres Tristes Tigres, he encontrado este bellísimo material, adquirido de la librería Un Mundo Feliz 



La particularidad del material es que además de ser un rompecabezas cuya imagen final es la que se muestra en la foto, las piezas del mismo son nueve tarjetas postales listas para viajar a los buzones de la persona más querida del planeta. Ocho de ellas contienen un fragmento ordenado de la historia. La primera o la última es la tarjeta con la foto de presentación del cuento y sin ningún texto para que enviemos a nuestros corresponsales las palabras que deseemos.
Hasta que no reciba la última de las tarjetas no podrá componer el cuento, y si queremos marearlo mas podemos mandársela en orden diferente al que corresponde e incluso no desvelar el remitente hasta la tarjeta final.
Una maravillosa idea transportable a otros cuentos y a otras actividades (dibujos, instrucciones...) y que nos recuerda aquella experiencia maravillosa que era enviar y recibir misivas en nuestros buzones.   
Una de las tarjetas por la parte del texto con el espacio para el sello y la dirección 

Un fragmento de la historia


Una preciosa cajita acompaña y cuida  este delicado material .

 


lunes, 23 de noviembre de 2020

CUENTOS PARA LEER Y JUGAR

 Este precioso material obtenido en la Librería UN MUNDO FELIZ de Granada  es de la Editorial La Galera y las autoras son María Tarragó y Gina Samba. 

Consta de un libro con cuatro cuentos tradicionales, 28 piezas de puzzle y un rotulador borrable. 
El material se presta a contar los cuentos en el orden correcto y una lámina en blanco extra, permite dibujar otro final para cada historia, que podemos modificar todas las veces que deseemos.
También podemos cambiar el orden de las historias o bien mezclarlas entre sí  y hacer una mucho más complicada y loca.
Los cuentos son: CAPERUCITA, RICITOS DE ORO, LOS TRES CERDITOS Y PULGARCITA.

He aquí como queda Caperucita con otro final,

Caperucita Roja, una niña muy cumplidora
lleva miel a a la abuela que tanto adora.
Por el camino se para a recoge alguna flor
sin darse cuenta de que la espía un lobo traidor.
Llega a la casa y la puerta está abierta.
la abuela en la cama, le espera despierta.
Caperucita se acerca para darle un beso,
pero no es la abuela es el lobo travieso.
La abuela cansada de tanta diversión,
los manda castigados a su habitación.
Otro FINAL
Y les obliga, muy a su pesar, 
a estar un mes entero sin hablar por Wasap.


Algunas láminas de los cuentos con su pestañita para encajar las unas en las otras



La historia de Caperucita y otro final 







lunes, 16 de noviembre de 2020

Aguacero Teresa Flores

 

Dibujo de Marta Flores

Salió de la tienda contenta, riéndose muchísimo con voz cantarina y despierta. Saltaba sobre sus botas nuevas, rosas, brillantes, como pulidas. Saltaba de un charco a otro, sin perdonarlos, salpicando todo a su paso. Su madre la llamó a su lado y juntas, de la mano, recorrieron, bajo la lluvia, el tramo de camino que les quedaba hasta llegar a casa.

Se sentía tan radiante, tan viva. No quiso quitarse las botas al llegar a la entrada y su madre tuvo que secárselas con un paño para evitar mojarlo todo. Después, ella misma comprobó,  que resultaba imposible ponerse el pijama con aquel calzado tan rosa y tan brillante amarrado a sus pies.

Su cabello corto, lacio y negro, se agitó cuando saltó  desde la silla de la cocina para ir a al encuentro de su padre y enseñarle su nuevo tesoro. Se le veía tan feliz.

Por la noche, el agua, mansa, seguía cayendo.

En su cama, sus cinco años parecían pequeños. Su cuarto, al que no le faltaba detalle, indicaba todo el cariño que se había puesto en su espera.

Se durmió abrazada a su conejito blanco y solo se despertó, ligeramente, cuando su madre primero y su padre después, vinieron, como cada noche, a visitar su sueño y regalarle un beso.

A las tres de la mañana la tormenta arreciaba y golpeaba con fuerza los cristales de la habitación. Las luces iban y venían siguiendo los envites de las ráfagas de aire llevadas por el viento.

En la semioscuridad de su cuarto, un gemido le subió garganta arriba. Escuchó, con terror, las gotas de agua que se estrellaban furiosas contra el techo de uralita. La sinfonía se había convertido en la más terrible de las bravatas. El aguacero era temporal, la lluvia llanto… La casa se movía sacudida por la ira de los dioses.

Dibujo Marta Flores 

En sueños, escuchó sus voces, percibió la humedad del ambiente, el repiqueteo angustioso que intento acallar iniciando una salmodia y sumergiendo su cabeza bajo la almohada. Presentía que si ponía los pies en el suelo, para ir a pedir auxilio, se encontraría con que el agua llegaba a los límites de su propio colchón. La agonía le subió al pecho y lo que eran lamentos callados se hicieron gemidos que fueron elevándose de tono.

A pesar del agua, a pesar de la tormenta, se tiró de la cama y salió al pasillo, abrazada al conejito blanco, asustada y llorosa. El agua entraba, a raudales, por los resquicios que dejaba una uralita pobre y perforada.

Sus padre, cogiéndola en brazos, la trasladó, con mucho cariño, al dormitorio conyugal mientras la calmaba— ¡Ay mi pequeña Lyn! ¡Mi pequeña!— le decía, — Es solo lluvia, no pasa nada, aquí estás protegida—

Su madre llegó con un pijama de franela y una toalla. Le secaron los cabellos empapados de sudor y le retiraron la ropa arrugada de terror y lágrimas. En brazos, la acercaron a la ventana y le mostraron el parque donde solía jugar y un poco más lejos el tejado de su escuela.

La lluvia formaba regatos pequeñísimos e indefensos tras los cristales. Poco a poco se fue sosegando.

El techo de uralita se hizo sólido y la realidad volvió a su espacio.

Saltó de los brazos de sus padres y corrió, por el pasillo, hasta su cuarto para buscar sus botas nuevas, volvió con ellas en la mano y con una incipiente sonrisa se refugió contenta en la gran cama. Cada uno a un lado, acariciándola, perteneciéndole. Tan diferentes y tan próximos.

Mientras se dormía escuchó, de nuevo, su historia. La historia de una pequeña Lyn a quien, una noche, el más feroz de los aguaceros le había robado su casa y su primera familia...   


domingo, 1 de noviembre de 2020

AL FURGÓN


 Es admirable la habilidad con la que Henri Meunier y Nathalie Choux han realizado este libro ilustrado para contar a los más pequeños el tema de los SIN PAPELES.

Se puede trabajar en clase representándolo y haciendo una gran cadena con todos los que tienen que entrar en el furgón por ser ilegales... con la frase AL FURGÓN vamos todos -solidariamente de la mano- a luchar por un mundo sin discriminaciones.