martes, 16 de septiembre de 2014

CAPERUCITA EL LOBO Y LA ABUELA


Les voy a contar a ustedes
la historia de una doncella
pues su madre la mandó
a la casa de su abuela.

Por el bosque caminaba
ella feliz y contenta.
No les quiero ni decir
(amable gente)
el susto que se llevó ésta,
cuando sin esperarlo pa ná,
el lobo se plantó frente a ella.
¡Caray que susto me has dao!
Le dijo gritando ésta.

No era esa mi intención
pues lo que quiero es…
(volviendo la cara y bajito)
¡Comérmela!

Bueno me voy, dijo el lobo.
Y se plantó en casa de la abuela.

La vieja (al verlo) de un salto,
 se metió en una alacena.
y el maldito lobo sin pensarlo,
se acostó en la cama de ella.

Llega la Caperucita, que así llaman
a la doncella.

Fue a empujar la puerta
y la encontró entreabierta.

¡Jesús, que cosa más rara!
Con lo asustona que es la abuela.

Al cuarto se dirigió,
 pues su abuela estaba enferma.
Y le pasó la cosa más rara 
que persona humana viera. 
Es la enfermedad pensó 
que habrá cambiado a mi abuela.


Jesús, que cara tan fea
que tiene la pobre vieja.
Si es idéntica al lobo ese
de  “la casa la pradera”.

Todo lo tenía grande,
los ojos, boca y orejas.
¡Dios santo!, ¿le doy un beso 
o me voy por esa puerta?,
 se decía la doncella.
Más no le dio “na” de tiempo,
el lobo saltó sobre ella.

La doncella corre y grita,
el lobo cada vez más cerca.
De pronto se escuchó un tiro.
Se lo pegó un cazador
en las mismas posaderas.

El lobo salió corriendo
con el culo echando humo
y se perdió entre la selva.
La abuela pudo salir
de tan oscura alacena.
Y abrazar con mucho empeño
a su queridita nieta.

¡Qué alegría, qué paz, que fiesta,
se pegaron estas dos, Caperucita y la abuela.

Y aquí se acaba la historia
de Caperucita, el lobo
y su asustona abuela.

Dicen que fueron felices
el tiempo que les quedó,
en ésta nuestra amada tierra.


Recogido del saber popular por  Maty López Cruz


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