viernes, 10 de febrero de 2023

AGRIPINA GATANA

¿Qué sucede cuando usamos palabrejas que no son las habituales?... ¿Habrá que echar mano del glosario?.... Nuestro profe de escritura nos mete cada día en un nuevo berenjenal.

Gatana, amante de los gatos (italiano)

 Agripina Gatana, nacida en el pequeño pueblecito de Cortona, de la región de la toscana  florentina,  se caracterizó desde pequeña por sus peculiares características. 
Nacida entre dos hermanas pelirrojas, hermosas y de verde mirada, se llevó la distinción de ser a partir del primer día de vida, completamente diferente a su progenie.
Desde los 17 años sufría de una cabellera  color ceniza a causa de su primer y único desengaño amoroso. Sus enormes ojos grises ocultos tras unas anticuadas antiparras, su manera de vestir con un gusto especial por las almenillas en todas sus faldas y blusas, más  la  costumbre de almizclarse hasta casi decir basta, le conferían un estilo propio que la  condujeron a alejarse, en cuanto pudo,  de la casa de su infancia para tranquilidad y sosiego de unos y otros.
En la villa de Arezzo se licenció en Botánica, superando los estudios con holgura, pues su capacidad intelectual descollaba por encima de las de sus hermanas. No le fue difícil, pues, realizar con honores una tesis doctoral sobre la biota de la zona, concretamente de aquella región que comprendía los páramos colindantes a la finca familiar perteneciente a su tatarabuelo Rogelio Gatana, lugar del que   salió huyendo ante la animadversión que le producían su familia y todos los especímenes gatunos que  en ella moraban.
 Era Agripina de naturaleza sencilla, coluda, cayendo con frecuencia en la incuria y el desatavío, siendo  partidaria acérrima de la gimnosofía que proclamaba y practicaba a su aire y a cualquier hora del día, para extrañeza y escándalo de sus vecinos.
En la bella casa de piedra que adquirió gracias a los fondos obtenidos con sus publicaciones, más las clases que impartía, de forma regular, en la Universidad de Siena, se pudo dedicar de lleno a su afición favorita, el  cultivo de las orquídeas.  Concretamente de la «Platanthera azorica», conocida vulgarmente como la Orquídea Fantasma, difícil no solo de localizar, sino de obtener y criar en cualquier invernadero.
Para ello decidió adaptar la zona del ajarafe, pensando que sería la más adecuada por su orientación y por su luz, pero ante la presencia del Gregal, un día sí y otro también, y del perpetuo arrumazón que sufría aquella zona, tanto en invierno como en verano, no tuvo más remedio que habilitar la amplia veranda con la que contaba la mansión, como zona idónea para tal fin.
Con el tiempo consiguió una extraordinaria orquídea biflora, que ganó cuatro premios de alto prestigio en la Feria Internacional de Especies Exóticas  de Florencia.
Aconteció que, debido al contacto directo con esta planta tan particular, Agripina sufrió una grave pápula por todo su ser que le obligó a ser recluida, durante varios meses, en un sanatorio especializado en problemas dermatológicos. En aquel lugar hubo de someterse a una cura que implicaba sumergirse diariamente en una pecina de agua almagra que la traía a mal traer.
Añorando su casa, su gimnosofía y sus plantas, Agripina padeció lo indecible. Aislada de sus familiares por su propia decisión y por su excéntrico carácter,  comenzó a deprimirse, tuvo serias crisis  de carpantismo, insomnio, bruxismo y desmejoró a ojos vistas para preocupación de los galenos que la trataban.
Un día un gatito pequeño, juguetón y revolondo, se coló por la ventana de su habitación, sin saber el odio que la señora tenía a estos animalejos. Curiosamente, Agripina, apática, aceptó su presencia y poco a poco, entretenida con los juegos del minino fue recuperando su habitual talante y su naturaleza fuerte y luchadora. El ADN Gatana de sus ancestros se impuso...
 Tal vez había llegado el momento de regresar a la finca familiar.
 

Glorario

Almenillas, adorno de cenefas

Biota, conjunto de fauna y flora de una región

Coluda, olvidadizo que deja la puerta sin cerrar

Incuria, poco cuidado

Desatavío, desaliño de la persona

Gimnosofía,  culto al desnudo

Ajarafe, azotea

Gregal, viento nordeste

Arrumazón, conjunto de nubes en el horizonte

Veranda, galería cubierta

Biflora, doble flor

Pápula, lesión dérmica

Pecina, piscina

Almagra, oxido de hierro en estado natural

Carpantismo, hambre violenta

No hay comentarios:

Publicar un comentario