miércoles, 31 de enero de 2024

RUIDO EN EL ESTANQUE



Papá pato y Mamá pata vivían en un estanque cerca de la ciudad con su numerosa familia. Cada día salían de paseo y lo hacían de forma muy ordenada: Mamá pata seguía a Papá pato y tras ellos iban patito número uno, patito número dos, patito número tres,  patito número cuatro y patito número cinco.

Surcaban las tranquilas aguas del estanque y solo se detenían si Papá pato lo decidía, para recibir una lección de zambullida, aseo o pesca.

Papá pato era un pato muy organizado; Mamá pata era una pata muy amorosa, algo perezosa y refunfuñaba con frecuencia cuando salían.

“¿¿Cuá-cuá-cuaaaa- cuá-cuaaa??”le decía Mamá pata a Papá pato.

“¡¡¡Cuá- cuá cuá!!!”respondía Papá pato muy serio.

Últimamente no se ponían de acuerdo y discutían mucho. Los patitos miraban a Papá pato y a Mamá pata y los oían cuaquear sin prestarles mucha atención; ellos los seguían y se divertían: jugaban a zambullirse, se perseguían y corrían en busca de algún pececillo o insecto para comer.

Papá pato, levantaba sus alas y trataba de poner orden entre los patitos. Mamá pata no estaba de acuerdo con la actuación  de Papá pato y gritaba de nuevo:

“¡¡Cuuá-cuuaaaá- cucucuá, cuá, cuá cuuuuá!!” decía Mamá pata.

“¡¡Cuuá-cuuá –cuaaá-cuaaá!!” le respondía Papá pato cada vez más enfadado. Las discusiones eran tan largas que volvían a casa y aún quedaban restos del cuá-cuá inicial. Los patitos seguían a Mamá pata, jugando y atrapando comida; Papá pato, corría sin mirar atrás y desaparecía.

 Un día de primavera, cuando la familia salió a pasear, como siempre, Papá pato empezó a discutir con Mamá pata, como siempre:

“¡¡¡Cuá-cuá, cuuuuuaaaá, cuaaá, cuá,cuá, cuá,á,ááááá???”

Mamá pata dejó de escucharlo y no le respondió; eso hizo que Papá pato se enfureciera más y levantara el tono de voz.

Los patitos notaron que su papá estaba más enfadado que de costumbre, pero no hicieron caso y siguieron enredando y nadando con gusto y soltura.

Mamá pata estaba triste y cansada de tanta discusión y decidió no hacer caso a Papá pato.

Papá pato se revolvía, giraba alrededor de Mamá pata chillando como un pato loco, levantaba las alas, salpicaba …

Mamá pata seguía sin responder. Papá pato se le acercó y comenzó a picar en la cabeza de Mamá pata con furia una y otra vez.

“¡¡¡Cuaaaá, cuaaaá!!!, ¡¡cuá, cuá!!, ¡¡¡cuuuuá, cuuuuá!!!” gritaba Mamá pata ante el ataque de Papá pato; los patos que se encontraban cerca de la familia de patos, miraban la agresión sin hacer nada, los patitos asustados se pusieron muy nerviosos y casi se ahogan.

Mamá pata, con el cuello herido y llena de picotazos, llamó a sus patitos y dio media vuelta hacia un refugio cerca de los juncos para pasar la noche.

Papá pato buscó otro sitio donde refugiarse entre rocas y juncos.

A partir de ese día, los patitos salían a nadar detrás de su Mamá unas veces y otras veces detrás de su Papá, siempre contentos y aprendiendo cosas nuevas del estanque. Ya no había discusiones. La tranquilidad había vuelto al estanque.

                                                         Conchi Gallegos

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