viernes, 14 de febrero de 2025

MECCANIA

El país de Meccania se sitúa exactamente en el reino de Meco, al inicio del Primer Bosque, entre la Fuente de los Sietecaños y el comienzo  de la Pradera de los Inocentes. Su tamaño corresponde, a ojos humanos, a un cuadrado de doscientos centímetros de lado.

 A simple vista la actividad en el país de Meccania no es visible. Solamente al observar detenidamente el suelo, por medio lentes de aumento podemos ser conscientes de la cantidad de vida que hay en él. De hecho, muchos científicos actuales consideran que la existencia de Meccania es irreal y que lo que se dice de ella es producto de personas fantasiosas de mente acientífica.

Este micro reino, se caracteriza por la presencia de diminutos personajes denominadas gnobres, mitad nomos, mitad animales, equivalentes al tamaño de una garrapata.

Las gnobres son de cuerpo pequeño y armonioso, de carita redonda en la que destacan sus orejas puntiagudas, ojos color violeta y boquita en forma de corazón que muestra unos  salientes y graciosos dientes conejudos que le dan una particular expresión. Sus cabellos son rizados de color pajizo permanente, suelen aceitárlos con agua de la laguna de Meliluna mezclada con la tierra de sus orillas, lo que aumenta su aspereza y apaga sus brillos, cosa que es la pretendida.

Su piel es suave, cubierta de una ligera pelusilla color azafrán. La parte inferior de sus cuerpos corresponde a una liebre joven con unas patitas ligeras que gustan calzar con botas trenzadas con tallos de melimora.

Se cubren con túnicas de colores alegres que tejen en sus telares a partir de los suaves tallos de las dormideras y que tintan, según un método de sus antepasadas, con algunas de las plantas que obtienen por importación; tales como el carda-mono, la flor-yesta y el yuyú, de donde obtienen los colores rojos, rosas y violetas.

Todas sus habitantes son hembras y viven distribuidas en cinco comunidades especializadas cada una en una tarea específica.

El país de Meccania se dedica por entero al cultivo de las palabras monosílabas y bisílabas. Siendo las habitantes de sus pueblos, las que las producen en diferentes condiciones tanto en el bosque, como en el lago, montañas, otero y llanos.

Sus habitantes se alimentan del jugo de las dormideras, plantas que crecen de forma salvaje en el bosque del país. Una vez cortadas éstas, se les extrae por medio de un sistema de prensas el jugo de sus cabezuelas, que se almacenan en grandes cisternas y se conducen por medio de un sistema de tuberías a las fuentes de sus pueblos.

También se utilizan otras partes de esta planta, concretamente los pétalos y hojas, para la fabricación de telas. Los tallos y ramas, para la realización de armas para la defensa, así como para la construcción de casas, muebles y carretas. Las hojas y raíces, se usan en los tejados de algunas de sus chozas y las semillas, para el empedrado de sus calles. 

La capital Mecco, situada en el otero cerca de la frontera de Luguria, está organizada de manera Sistémica, siendo donde se sitúa el poder y se centraliza todo el comercio de la producción de palabras. Concretamente en su barrio obrero se subdividen las tareas en diversas zonas de almacenaje, en que sus trabajadoras clasifican y ordenan las palabras, bien sea por su textura, por su sabor o por su significado. Realizándose envíos semanales a todos los países  que las solicitan, intercambiándolas por productos que no se encuentran en este reino como jabón, colonia, sales de baño o reales burbujas, que las meccanianas adoran y utilizan con regularidad.

Meccania posee un lenguaje propio ya que sus palabras no tienen más de dos sílabas, usando en cada pueblo diferentes fonemas, teniendo en común solamente las cinco vocales. Se entienden entre ellas gracias a los efectos creativos y vigorizantes de su único y exclusivo alimento, que les provoca un estado permanente de paz y de euforia, haciéndoles ser de los personajes conocidos, los más sensibles, creativos y pacíficos.

Las guerras que mantienen con sus países vecinos Francaria y Luguria no son violentas, solo se cruzan en algunas ocasiones vocablos de más de dos sílabas, que al no ser comprendidos provocan confusiones e interferencias. Es por esto, por lo que existe en Meccania una armada profesional perfectamente organizada y centralizada en la capital, que se encarga de vigilar las fronteras y controlar el contrabando de dormideras, plantas muy apreciadas en los países vecinos.

En  el suelo de este reino encontramos zonas de bosque bajo con gran variedad de ape-tules, magníficos árboles que protegen a las dormideras de las inclemencias del tiempo. Por el contrario en la zona de llanura, los prados están cubiertos de jerbas que se utilizan para alimentar a los pequeños teyes, curiosos animalitos de cuatro patas, que las meccanianas utilizan para transportar, sobre todo, los cargamentos de palabras a la capital.

En la zona más húmeda, como la vega del río Meccocón y la laguna de Meliluna, las dormideras pueden llegar al doble de su tamaño habitual, pero el jugo que se obtiene de ellas es de  escasa categoría.

 Las habitantes de Meccania son tranquilas y apacibles, les gusta sobre todo la charla y los paseos, las compras en el magnífico Meccomercado, donde pueden encontrar artículos variopintos a partir de sus importaciones.

Sus habitantes poseen una gran cultura, además de la transmitida oralmente durante siglos, dominan también la obtenida a través, según piensan ellas, del jugo de las dormideras, que transmite al pasar por sus venas la sabiduría de sus antepasadas. Científicos que han estudiado el caso, achacan más bien estos conocimientos a los efectos alucinógenos de las plantas.

Su capital, Mecco, es muy cosmopolita. En ella han ocupado el papel de obreras las castas de campesinas emigradas a la ciudad y que accedieron de manera natural a una forma superior de conocimiento. Es así mismo una vasta zona de cultura, pues en el mismo Museo Mechow se puede visitar una exposición permanente sobre los diferentes vocablos obtenidos a lo largo de los tiempos y los nombres, y la calificación de quienes lo consiguieron.

En los institutos y en los edificios culturales, se dedica un importante espacio a la investigación, donde se estudia en profundidad la asimilación por otras poblaciones de los envíos de producciones de las palabras, el comportamiento de las nuevas creaciones y su forma de obtención; bien sea por injertos, por esqueje, por intercambio genético, por intuición directa o por desafinamiento del contexto. Incluso se experimenta sobre la creación de palabras de más de dos sílabas, aunque dicha investigación está totalmente prohibida  por ley.

Meccania es una democracia federal. Sus habitantes eligen una vez al año, en asamblea, a las mandatarias de sus pueblos, que formarán parte del Meccosenado y las que se sentaran en el Mecoparlamento, para decidir sobre las resolución de  los problemas del país, la puesta en vigor de nuevas leyes, la aprobación de nuevas creaciones y la comunicación oficial de las nuevas nacidas gemelares y las desintegradas.

En Meccania no existe moneda. Cada habitante recibe, en función de su producción, vales canjeables de los que puede hacer uso en su mercado. El sistema de vida, al ser cooperativo, permite que se intercambien tareas de manera grata y satisfactoria para todas sus habitantes.

Las aldeas han adaptado sus viviendas a la geografía de sus suelos, siendo las habitantes del pueblo Relativo las que han construido sus casas colgantes entre los ape-tules, descolgándose a través de lianas de estas maravillosas y curiosas viviendas.

Las habitantes del pueblo Conjunciones, viven en chozas de palo de dormidera entretejidas con sus hojas, una cobertura de pétalos de esta planta sujetas por sus fuertes raíces constituyen sus tejados, siendo muy admirados por su colorido y fragancia.

Las habitantes del pueblo Bisimples han cavado sus casas en las montañas haciendo preciosas cuevas que se comunican entre ellas, teniendo así una vida muy  grata en colectividad, pudiendo soportar sin problema los rigores del invierno.

Las habitantes del pueblo Bisonoros, que viven entre montañas y llano, han construido sus cabañas adosadas a las montañas, combinando el sistema de los pueblos de las llanuras y los de las cuevas.

Las correspondientes al pueblo Bimojados cercano a la laguna Meliluna, se pasean, en sus palafitos, sobre enormes pétalos de flores de floto, lo que permite que sus casas naveguen permanentemente por el agua, siendo considerado como el pueblo más soñador e inestable de Meccania.

La manera de cultivar las palabras constituye  el secreto mejor guardado de cada unos de sus pueblos. Se sabe que utilizan canalizaciones subterráneas para sus plantaciones y que las semillas  de las mismas las constituyen fonemas sueltos de fácil obtención, con una mezcla equilibrada de semillas molidas de dormidera, que son en definitiva, lo que provoca la sonoridad alucinante de sus significados.

Cada pueblo guarda de manera muy celosa el contenido de  sus abonos, fertilizantes, así como sus sistemas de riego, siendo una costumbre mantenida durante generaciones, trasladándose el secreto de madres a hijas.

La forma de crecimiento de la población de Meccania resulta bastante misteriosa, se sabe que, de pronto, las meccanianas de más de siete astros de tiempo, se encuentran en estado de forma natural, pariendo a la siguiente biluna un  precioso par de gemelas por el fenómeno de bipartición. Durante el periodo de la cría los pechos de las madres producen jugo de dormidera  que será con lo que mantendrán a su prole hasta que tengan edad de poder beberla de forma autónoma en las múltiples fuentes existentes.

Se sospecha que son en realidad los vecinos machos de los países de Luguria y de Francaria, los que embarazan a las habitantes de Meccania, aprovechando el extraño sopor en que caen durante las noches de la bellaluna debido a su edad de la gemelitud adormecida, el efecto de su alimentación y la influencia directa de los rayos de luna. Siendo seducidas en una única noche de amor que recordarán como un bello sueño.

La desaparición de las meccanianas se produce por desgaste o desintegración, ya que no se puede decir que mueran. En los últimos años de su gemelitud, las dos hermanas se buscan para vivir juntas, comenzando a hacerse cada vez más transparentes y livianas, pasando los últimos meses de sus vidas apagándose suavemente, mientras terminan de escribir en el Libro de los Sentimientos ­-que se les entrega en el momento del destete- mensajes importantes para las generaciones venideras. En este periodo apenas se alimentan limitándose a beber unas simples gotas de jugo vital, que sus nietas les llevan directamente de la planta. Adornan sus cabellos con pétalos trenzados de flores y colocan en las puertas de sus casas un signo de Biendespedida.

Se entona entonces en el pueblo una canción de hermosos sones y se deja que cada uno de estos libros pase a formar parte de la vida cotidiana de la localidad, se leen sus últimas palabras y sus hijas prometen mantener su recuerdo al menos durante dos lunas y media, o bien hasta que sean gemeladas sus nietas en otra futura lunabella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario